Si bien para nadie es un secreto el oculto temor de los habitantes de esta ciudad ante la posibilidad (cierta) de un sismo de enormes proporciones y de imprevisibles plazos e inevitables consecuencias, también es cierta la lenidad frente a los desastres urbanos cuya naturaleza sí se puede prevenir, evitar y conjurar para siempre.
Pero eso no se hace, al contrario la colusión de intereses entre “desarrolladores” urbanos (en verdad destructores de la estabilidad urbana) y autoridades responsables de evitarlo (irresponsables por complicidad), son a la larga tan dañinos como un sismo.
La forma como se saltan a la torera reglamentos y planes parciales, contra la ley y la lógica ; la manera como destruyen la armonía de antiguas colonias y barrios de vocación e infraestructura unifamiliar (anchura de calles y avenidas, dotación de agua, suministro, eléctrico, vialidades etc.), ahora tiene un estímulo adicional: la reconstrucción post sísmica.
Al grito de vamos a reconstruir, los codiciosos neo industriales están prestos a torcer los brazos necesarios (o a untar las manos convenientes, como sucede en la delegación Benito Juárez), para adquirir viejas propiedades y transformarlas en edificios de condominio con diez o mas departamentos cada uno, no importa si es en calles estrechas y aun en retornos o andadores, como está a punto de suceder en la cerrada Micrós de la Segunda Colonia del Periodista, “Francisco Zarco”, en cuyas calles anchas (Bolívar, Eje Central, Nigromante, Cumbres de Maltrata), ya se alzan edificios de varios pisos donde antes hubo casas para una sola familia.
Obviamente todos estos constructores están aliados con el Instituto de Verificación Administrativa y presumen tener relaciones estrechas en la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda (lo cual no llega al conocimiento del secretario).
Ya no se diga su complicidad con los jefes delegacionales (todos panistas), quienes han encontrado una verdadera mina de oro. Si poco tiempo después y ante un terremotito o terremotote (cada quien lo mide como le conviene) los edificios se vienen abajo, ese dejad de ser problema para quienes ya aseguraron sus capitales, su inversión y sus sobornos.
Nunca mejor dicho: “lo cáido, cáido”
A un terrenito de 300 o 400 metros cuadrados le sacan el provecho de uno de dos mil por los muchos niveles como construyen, a despecho de reglamentos y condiciones previas de los incumplidos planes de desarrollo.
Pero he mencionado a Francisco Zarco, quien además de servir como busto decorativo en el parque centra de la ya dicha colonia, (donde confluyen cuatro calles cerradas) no tiene ninguna utilidad mayor. Él pobre iluso decía:
“…la prensa es un arma terrible que arrebata a los tiranos sus secretos, que revela sus absurdos, que destruye sus errores…”
Pues habrá sido en el México de 1850 (y lo dudo) porque en éste, las denuncias de los diarios y los demás medios, incluyendo las dichosas “redes sociales”, sólo sirven para promover o bloquear intereses políticos a conveniencia; inventar candidaturas o imaginar aceptaciones en encuestas a modo.
Pero a la asociación de residentes de esa ya mencionada colonia, con todo y su pasado de grandes e ilustres periodistas (Leduc, Huerta, Carreño, Alarcón, Lizt Arzubide; Casasola, León, Mayo, Sotomayor, García, Zamarripa, Vila, Cox, Valadés, Mendoza, Fe Álvarez, Magaña Esquivel, Rodríguez, Flores y muchos más), nadie le hace caso.
El capital de los constructores y la ambición de los burócratas panistas de la Benito Juárez, se encargan de no atender, de no escuchar, de no corregir.
Parece un jocoso oxímoron: en esta ciudad de México se construye para destruir. Se construyen edificios y se destruyen el entorno y la viabilidad urbana.
La nueva industria de la construcción (la Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios es una mafia corruptora e implacable, asociada con algunas autoridades de la CDMX), resulta a la postre tan destructiva como los sismos. Pero sus efectos son previsibles y evitables.
FRENTE
El Frente ____________(aquí ponga usted el nombre de su preferencia), se deshilacha.
El aplazamiento de las aspiraciones de Miguel Ángel Mancera, el sabotaje de Margarita Z. de Calderón (¡lástima Margarita!); los torpedos de Silvano Aureoles; el bombardeo de Rafael Moreno Valle, más los enredos de Ricardo Anaya, han terminado por hacer bolas tanto engrudo, como para ya no encontrar la puerta de la salida.
ROMANTICISMO
¿Cuánto tiempo tardará Felipe Calderón en cumplir la romántica promesa pública hecha a su señora esposa en aquello de, a dónde ella vaya iré yo (¡lindo, Che!) .
Ella ya se fue a la independencia y Felipe reflexiona con José Alfredo Jiménez, “porque estás que te vas y te vas y no te has ido…”
Como siempre un petardo, para usar términos taurinos.