Además del misterio más mencionado en los últimos días (cómo se hizo la encuesta de Morena para darle la candidatura y eventual gobierno de la CDMX a Claudia Sheinbaum) hay otro arcano mayor: ¿cómo se pudo hacer rico, tan rico, Ricardo Anaya, el presidente del pan, siendo joven tan joven?
Si su defensa es cierta y sus argumentos reales, en el nombre de la transparencia tan invocada por él y su partido, se deberían contestar algunas de estas preguntas.
Si el predio de La Machorra en Querétaro fue expropiado cuando él era un imberbe joven de 17 años, en plena vida estudiantil y por consecuencia sin ingresos propios, según se deduce, cómo pudo 17 años después, a los 34, en plena edad adulta, con un currículum distinto al de Carlos Slim, con cargos secundarios en una administración local, haber reunido una fortuna suficiente para comprar (en sociedad con su suegro), una nave industrial por la cantidad de 54 millones de pesos.
“Ese terreno industrial lo compré en 2014 (hace tres años) a 66 dólares por metro cuadrado (precio de mercado) y no se lo compré al gobierno. Se lo compré a una empresa de accionistas extranjeros (estadunidenses) llamada Park Developement… Anaya Cortés aceptó en conferencia de prensa haber comprado junto con su suegro, Donino Martínez (¿Da donino?) y familiares una nave industrial por 53 millones de pesos en 2014, pero rechazó contar con información privilegiada a la hora de hacer la adquisición.”
Si Anaya tiene tal capacidad para multiplicar los panes y los pesos, estamos frente a un hombre junto a quien Midas resulta un mendigo de la calle. Hay millones de mexicanos, quienes morirán, cuando ya hayan doblado la edad actual del “joven maravilla”, sin haber visto juntos nunca, sesenta millones de pesos. Ni en fotografía.
¿Maravilla política; prodigio económico?
Ésa es una pregunta importante a la cual Anaya no ha dado respuesta. No se trata de saber si compró o vendió, ni cómo ni cuándo.
Se trataría, en todo caso de dar a conocer cómo se enriqueció de tal manera, como hasta ahora exhibe con sus viajes constantes a Estados Unidos y su capacidad financiera para sostener dos domicilios familiares, uno allá (aun cuando ya lo haya cerrado por las presiones políticas) y otro acá. Eso lo hace, por lo menos, misterioso.
Obviamente nadie adquiere una nave industrial de decenas de millones de pesos para dedicarla a los picnic familiares. La adquiere para revenderla y ensanchar los negocios, lo cual no es malo ni ilegal, excepto si alguien probara la irregularidad de los fondos con los cuales se hizo la operación.
Pero concediendo la limpieza absoluta de los negocios de Anaya, bien valdría conocer la receta de tan infalible forma de hacer montañas de pesos, sobre todo frente a las sospechas sembradas (ésas sí) por sus adversarios políticos y hasta empresariales, pues alguien ha ido soltando los datos de su enriquecimiento inexplicado.
No inexplicable, inexplicado, pues él no se ha tomado la molestia de contar cómo fue la gallina engordando el buche, ni cómo se hizo de mulas Pedro.
Pero esa actitud ha derivado hacia otro terreno: del misterio se pasó a la acusación y la declaración de guerra contra otro partido político, adverso al cual él preside. Y es entonces cuando enfila sus baterías defensivas contra el PRI, a quien acusa de golpearlo debido a su oposición al pase automático del procurador Cervantes rumbo a la Fiscalía Nacional.
Esto publicó Anaya en la página oficial del PAN:
“El dirigente panista acusó que al gobierno federal se le hizo muy fácil hacer un expediente lleno de infundios y mentiras para dañarlo a él y al PAN, haciendo un ‘uso faccioso de la prensa para destruir reputaciones’, violando la ley de Protección de Datos Personales, pero que no les tiene miedo.
“Estoy listo para la de ocho columnas de mañana. Lo intentó Javier Duarte en Veracruz, Roberto Borge en Quintana Roo, el otro Duarte en Chihuahua y no lo permitimos entonces y no lo vamos a permitir ahora. El Fiscal General de la Nación debe ser apartidista e independiente, con solvencia moral y técnica”.
Aclaró que su problema es con el gobierno federal y no con el medio que publicó la información que le pasaron. Adelantó que se encuentra valorando presentar algún recurso ante alguna instancia internacional, y en el caso del medio hará efectivo su derecho de réplica.
“‘Estamos en una batalla frontal contra el PRI en tres frentes:
1) El del fiscal a modo, que no lo vamos a permitir;
2) El PRI hoy está en todas las encuestas en tercer lugar y van a hacer todo lo posible por atacar al PAN. Van a tratar de evitar a toda costa el Frente Amplio Opositor, para repetir el panzazo irrepetible que tuvieron en el Estado de México, porque saben que si logran que toda la oposición vaya fragmentada y dividida van a ganar; y 3) No es una alianza entre partidos, sino con la sociedad civil, académicos, intelectuales y sociedad en general’, puntualizó”.