Mientras Venezuela arde en un incendio de estupidez madura, increíblemente sumida en un barranco de ineptitud y corrupción, agobiada por la estulticia inculta de un tirano más allá de cualquier esperpento literario, México y otros muchos países del mundo han hallado una ruta un tanto extraña: desconocer el proceso para la redacción de un nuevo documento constituyente, el cual prolongaría hasta el infinito (si el infinito durara más de una década) la anarquía de esa pobre nación.
Quizá hoy sería bueno recordar las providencias de la tradición diplomática mexicana según la cual no se reconocen ni se desconocen gobiernos, pero se mantiene la potestad de establecer con ellos o no, relaciones diplomáticas.
En lugar de censurar con el desconocimiento la nueva Constitución, vil panfleto para sostener a Maduro en el gobierno, junto con la canalla de sus acompañantes e incondicionales (¿cuál de tofos será el traidor definitivo?), se podría cerrar las embajadas. Pero México no hará eso.
Ha preferido alinearse a las estrategias de presión del gobierno de Washington, lo cual le ha acarreado oleadas de censura por parte de los “puros”. Recordemos.
“(Panorama).- El Gobierno de México informó este jueves 27 de julio que se adhiere a las sanciones impuestas por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos a 13 funcionarios del Ejecutivo nacional.
«El Gobierno de México, por conducto de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, informa que procederá en consecuencia, de conformidad con las leyes y convenios aplicables en la materia», expresaron las autoridades del mencionado país en un comunicado.
“El departamento estadounidense del Tesoro anunció este miércoles sanciones contra 13 funcionarios y ex funcionarios de Venezuela, incluido el ministro de Educación Elías Jaua y Tibisay Lucena, presidenta del Consejo Nacional Electoral”.
No sabemos hasta ahora cómo aplicará Hacienda esas sanciones, ni si el SAT abrirá una oficina en Caracas para incautarle sus fondos a Jaua y a Lucena., entre otros O al propio Maduro. Suena irrisorio. Ahora José Antonio Meade se vuelve policía fiscal contra Maduro.
Pero en la materia diplomática simple, esta columna habló con el canciller Luis Videgaray. Esto fue:
–Habla usted de usar las herramientas de la diplomacia en el caso venezolano, las medidas diplomáticas tienen como extremo la suspensión de relaciones, no es así? ¿Se podría llegar a ese punto?
No, dijo Meade.
–“Hay muchas empresas mexicanas en Venezuela. No las podemos dejar solas”.
Si bien la respuesta fue apresurada (íbamos en el avión presidencial rumbo a Francia) esta sola respuesta deja un extraño sabor. No se trata entonces de actuar en favor de la democracia y el pueblo hermano de Venezuela, sino de ayudar a Femsa, Cemex y Bimbo.
Y esa actitud no ha cambiado. Una vez más la cancillería se ha rehusado a considerar la ruptura diplomática con Nicolás Maduro. Vea usted:
“Socorro Flores Liera, subsecretaria para América Latina y el Caribe de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), afirmó que México mantiene relaciones diplomáticas con Venezuela, y «así lo seguirá haciendo».
“Señaló que lo que ha dicho constantemente el gobierno mexicano es que las diferencias en Venezuela sólo pueden ser resueltas por los venezolanos (¿entonces cómo se explican las sanción es hacendarias?).
“En entrevista con Radio Fórmula, aseguró que romper relaciones diplomáticas con Venezuela no es una opción, «lo que queremos es impulsar el diálogo».
“Flores Liera sostuvo que un país no se puede gobernar polarizado, «la gente está en las calles, se ha llamado a nuevas manifestaciones, no queremos ver más violencia, no queremos ver más muertos, en Venezuela no hay democracia, se ha roto el orden democrático, eso es lo que México ha dicho y lo que queremos y seguimos insistiendo es en la necesidad de una mesa de negociación seria, creíble, con garantías y que entre en las primeras medidas que debe de haber es eliminar la represión».
«La convocatoria a la Asamblea Nacional Constituyente es el resultado de un proceso de enfrentamiento en Venezuela que no es nuevo, que viene desde la elección de la Asamblea Nacional hace ya un par de años donde ha habido una constante confrontación entre el Poder Legislativo y el resto de los poderes en Venezuela», dijo.
GARIBAY
En los linderos de la colonia Roma, muy cerca del barrio de la Romita, hay una escuálida plaza, por llamarle de ese modo a una isla basurienta entre Avenida Chapultepec, Morelia y Guaymas. En ese lugar hay un pequeño monumento a Giussepe Garibaldi el cual tenía una romántica leyenda hoy desparecida:
“A los buenos combatientes de la libertad mexicana mando una palabra de amistad y de esperanza. Su hermano. G. Garibaldi”.
La pieza –la cabeza de un hombre con un sombrero lombardo–, es de Broocke Wright y fue donada a la Ciudad de México por la comunidad italiana durante las fiestas porfirianas del Centenario.
Pero eso no es conocido por la zacatecana administración de Ricardo Monreal, quien se ha propuesto dignificar el lugar (hasta ahora no lo ha logrado) y mediante un anuncio postinero, avisa de la remodelación de la “Plaza Garibay”.
¡Leñe!, hubiera dicho el gran Ricardo al saberse confundido con el revolucionario italiano. Es casi como escuchar a Verdi cuando suena Genaro Codina.