Por: Guillermina Gómora Ordóñez

El horror nos sacudió de nuevo al conocer la irracional e ignominiosa violencia que le arrebató la vida a la niña Valeria. Transitamos del miedo a la ira, sin encontrar respuesta lógica o jurídica que explique el bestial acto cometido en un mar de impunidad y decadencia social.

Nada para los feminicidios; el Estado de México lamentablemente se mantiene en primer lugar de ese ominoso delito. El Observatorio Ciudadano en contra de la Violencia de Género, Desaparición y Feminicidio dio a conocer, que durante 2016 en la entidad ocurrieron 263 asesinatos de mujeres, de los cuales 39 se registraron en el municipio de Ecatepec.

La ausencia del Estado de Derecho en el territorio mexiquense es total, pues aun con la Alerta de Género decretada en 2015 en más de 11 municipios, continúan las agresiones y los homicidios.

Organizaciones como “México Suma” y “Mujeres en Cadena” consideran que se debe replantear la Alerta de Género en el Estado de México por la agresividad con que se han cometido los feminicidios que, además, aumentan día con día.

Recordemos como en abril de 2016, miles de mujeres marcharon en más de 30 ciudades del país, bajo el lema de #VivasNosQueremos; exigían el cese de la violencia y los feminicidios. Sin embargo, poco o nada se ha hecho en las entidades más afectadas por este deleznable fenómeno que confirma el fracaso del Estado para proteger la vida e integridad de la mujer.

El acoso, la discriminación y las agresiones se han vuelto cotidianos en todos los niveles, actividades sociales y laborales. Conductas denigrantes que provocan la muerte diaria de siete mujeres, según las cifras oficiales. Otras, quizá, ni se contabilicen por el miedo a la denuncia o la “costumbre” de que así debe ser.

La problemática alcanzó tal magnitud que María Salguero, conocida como @Princesabathory,  creó un mapa interactivo en Google Maps que muestra los feminicidios ocurridos en México, sólo con los casos que fueron publicados en medios de todo el país en 2016 hasta marzo de 2017.

Las cruces rojas representan los asesinatos de mujeres cometidos en 2016, que suman 1,985 según esta base de datos y las de color morado, los acontecidos este año.

#Ni una más, no debe ser sólo un lema, ni un compromiso exclusivo de la autoridad, como sociedad estamos obligados a comprometernos también. Muchos de los asesinatos se registran en los hogares y son producto de la violencia intrafamiliar que por miedo, vergüenza o prácticas machistas callamos o avalamos.

Otro factor que juega en los feminicidios es la pérdida de valores, nuestro tejido social está dañado y la descomposición se apoderó de nuestra cotidianidad. La prostitución salió de las “zonas rojas” y se ejerce en la vía pública a cualquier hora del día, en todos los rincones del país.

Niñas, niños, mujeres y hombres se ofrecen o son vendidos al mejor postor; cuando ya no son útiles, desaparecen o los desaparecen del mapa. La pornografía pasó de la revista al video y dejó de ser clandestino, por 10 pesos se consiguen los CD en tianguis, estaciones del metro o cualquier calle. Las historias y las cifras detrás de éstos materiales son terribles y denigrantes.

Entre enero de 2016 y el mismo mes de 2017, se registraron en el Estado de México 2 mil desapariciones, en su gran mayoría niñas y adolescentes. Infancias robadas que dejan millones de pesos a los depredadores y coloca a México en segundo lugar mundial en turismo sexual infantil.

Como se aprecia, el panorama es desolador y nos muestra un deterioro social e institucional que exhibe, la indolencia, insensibilidad o permisividad con la que se conducen la sociedad y la autoridad.

El secuestro y asesinato de Valeria, confirma estas complicidades, ahora se sabe que nadie vio nada, ni conocía al asesino, ni atendió con oportunidad la denuncia y tampoco habrá justicia. El principal implicado “se suicidó” y no hay delito que perseguir.

Las instituciones exhiben su ineficacia, le apuestan al olvido como en otros casos, no les interesa resolver, buscan cerrar el expediente.

Así que, sí #VivasNosQueremos debemos elevar la voz y ejercer la denuncia como arma para que

#Ni una más… pierda la vida o sea objeto de agresiones. Representamos más del 53 por ciento de la población, nuestra fuerza no radica en el número sino en lo que podemos hacer desde cada una de nuestras trincheras.

guillegomora@hotmail.com

@guillegomora

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