El ataque terrorista del Estado Islámico (no confundir con la fácil frase el ataque terrorista islámico) tiene, por desgracia, muchos más ángulos de tragedia, por encima de los ya terribles de las muertes humanas.

Por simpleza aumenta la confusión entre una religión (el Islam) y el terrorismo islamista de los peores extremos, como el autodenominado califato del Estado Islámico y repercute en el fortalecimiento de las tesis excluyentes del nuevo gobierno de los Estados Unidos, reconocido por su miopía intransigente, deliberada o consustancial.

El ataque agrede la sensibilidad estimulada del mercado navideño de ocasión en el tianguis berlinés y prueba, para quien así lo quiera, la peligrosidad de los extranjeros, como lo prueba la apresurada acusación de un sospechoso sobre el cual se cargaban todos los delitos posibles, con la facilidad de saberlo un paquistaní asilado en Alemania. De refilón un golpe a la política humanitaria de ciertos momentos de Angela Merkel.

“Si el presunto terrorista de Berlín (LA VANGUARDIA) resulta ser unrefugiado que buscó asilo en Alemania, “esto sería particularmente desagradable para las muchas personas que se dedican a ayudar a los refugiados y a las muchas personas que realmente necesitan nuestra protección”, ha dicho la canciller alemana, Angela Merkel.

“Este es un día muy difícil”, ha empezado diciendo esta mañana, en una comparecencia institucional en la Cancillería. “Tenemos que ir al fondo de este ataque terrorista (…) un acto cruel y en última instancia incomprensible”. Merkel señaló que los investigadores están a punto de “aclarar este lamentable hecho”, que será castigado con todo el peso de la ley, y agradeció su trabajo a “los equipos de rescate, policías, bomberos, médicos y paramédicos” y dijo que el país entero se une en el luto a las familias y amigos de los fallecidos.

“Tenemos que ir al fondo de este ataque terrorista (…) un acto cruel y en última instancia incomprensible

“De manera significativa, la canciller subrayó que “no queremos aceptar que nos paralice el temor al mal” sino que, al contrario, los alemanes tendrán la “fuerza para vivir como queremos vivir en Alemania: libres, unidos y abiertos”.

“Los mercados navideños de Berlín, como el la Alexanderplatz, permanecerán cerrados hoy en señal de luto, pero en una reunión de ministros de Interior de los länder se decidió no clausurar los que se celebran en toda Alemania, aunque se reforzarán las medidas de seguridad”.

“Según los escasos datos que se conocen del detenido (ya probadamente inocente del caso) , se trataría de un hombre de 23 años, probablemente pakistaní, que llegó a Alemania por la ruta de los Balcanes el pasado febrero. Según el diario Die Welt, disfrutaba de un permiso temporal de residencia desde el pasado junio.

“Tras este atentado terrorista, Angela Merkel sin duda afrontará nuevas críticas a su política de inmigración, en particular de los populistas de derecha pero también desde las filas de su propia coalición. En el 2015, Merkel abrió las puertas a más de 900.000 refugiados y otros 300.000 han llegado a Alemania en el 2016”.

Y por cuanto hace al asesinato del embajador ruso en Turquía, Andrei Karlov, cuyo matador gritaba el nombre de la ciudad de Alepo, en Siria, cuya toma fue considerada un éxito del indomable hacker electoral, Vladimir Putin, (“¡Dios es grande! ¡Dios es grande! ¡Nosotros morimos en Alepo, vosotros morís aquí! ¡Matáis a gente inocente en Alepo y en Siria!”) ,no hace sino revolver aun más las aguas lodosas y sangrientas del entorno mundial. Putin convertido en el tutor de Al Assad y reacio a cualquier solución ajena a la suya. Contra ese muro de hierro se estrelló Barack Obama en la reunión del G-20 en San Petersburgo, hace tres años y desde entonces la sangre no cesa en Siria.

Los componentes de esta crisis ya son incontables y por lo mismo insuperables. El califato, el estado Islámico, la fragilidad de Siria convertida en partes en tierra de nadie y en otras en tierra de todos, la victoria del nuevo terrorismo “trumpiano”; la fragilidad institucional de los Estados Unidos donde ahora cualquier magnate sustituye a los políticos y administradores públicos de carrera, como es el caso de “La pandilla de oro”, como debería llamarse el gabinete futuro; la embestida conservadora contra los migrantes en cualquier parte del mundo, la deshumanizada forma como se toleran las “crisis humanitarias” y, en fin, todos los ingredientes de zozobra de la política internacional de estos días, nos ponen frente a escenarios impensados frente a los cuales, por inéditos, no se tienen ni previsiones ni mucho menos remedios.

TULTEPEC

¿cuántos accidentes han ocurrido en el pueblo de la pólvora, Tultepec donde trabajan los artesanos de la pirotecnia?

Muchos menos de los aun faltantes. Eso va a seguir ocurriendo. Por desgracia.

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Author: Rafael Cardona

Rafael Cardona

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