Hace unos cuantos días, en medio de la polémica generada por la circulación de los tráileres de doble caja, doble remolque o “fulles”, esta columna publicó comentarios relacionados con la explotación y sobre trabajo de los choferes a quienes siempre se culpa cuando los monstruosos transportes se accidentan, vuelcan y arrollan cuanto se encuentra a su paso con una inmensa cantidad de muertos en las riesgosas carreteras de México.
Muertes, insisto, evitables.
Esto dijo EL CRISTALAZO:
“…Con pasmosa frecuencia los grandes camiones se vuelcan y arrastran en su inercia autos estacionados en las carreteras o se van sobre carriles de sentido contario o se meten hasta el fondo de un camino y a su paso arrollan, rompen, atropellan.
“Son conducidos por choferes mal entrenados y peor pagados, llenos de anfetaminas o alguna otra sustancia con la cual resisten el viaje de un tirón desde Ciudad Juárez o de perdida, Saltillo, Coahuila (nada tan ejemplar como un trailero de Saltillo).
“Duermen poco, comen mal; trabajan contra el reloj, son jóvenes y están cansados. Si llegan a tener un accidente los auxiliarán un rato y después los dejarán a su suerte. Los dueños de los transportes dirán siempre, error humano; ellos argumentarán, fallaron los frenos”.
Hubo quienes se dirigieron a este redactor para señalarle errores y decirle equivocaciones. Los choferes no viven de ese modo. Ni siquiera los traileros de Saltillo.
Pero ayer CRONICA publicó un testimonio irrebatible. Un diputado federal, integrante de la Comisión de Transportes (PAN), quien conoce esa vida por experiencia directa habló. Y habló bien:
“Jorge López Martín, hoy es diputado federal por el PAN, sube iniciativas, discute, “grilla”, negocia y vive todo lo que el ámbito legislativo implica, incluido el glamour que muchas veces distingue este mundo; pero hasta hace unos pocos años, el legislador por Aguascalientes era chofer de un tráiler, que también competía por ganar la carga o mercancía y que lo mismo corría para Tijuana que a Yucatán, pues ello se traducía en más dinero, y él, lo necesitaba, pues de eso vivía y mantenía a su familia.
Dormía y se desvelaba en las carreteras, trabajaba más de 12 horas diarias, se enfrentaba al tiempo, a los horarios, pero sobre todo a los policías federales, que muchas veces lo extorsionaban y hasta una ocasión sufrió agresiones físicas del dueño de una compañía de grúas, por negarse a utilizar su servicio para sacar su tráiler que se había atascado.
“Me golpeó varias veces en el rostro; enfrente del policía federal, y pese a que denunciamos en el Ministerio Público, ¡no pasó nada! están coludidos federales, dueños de grúas y las agencias del MP para extorsionar a los transportistas, es una mafia y contubernios entre ellos, es una selva en las carreteras y que no haya certeza para los choferes”, acusó.
“López Martin duró cinco años de chofer, donde tuvo que entrarle a ese oficio al quebrar la empresa familiar arrastrada por la crisis económica que sufrió el país en los años 90 y se vio obligado a manejar uno de los dos tráilers, que se salvaron para “mover” guayaba, uvas, jitomate y hasta caoba, para de esa manera obtener ingresos y mantener a su familia.
“Mi mayor satisfacción es haber conocido el país arriba de un transporte de carga”, asevera.
“Testigo de injusticias. Jorge López hizo fila en las centrales de abasto para lograr carga, vivió, comió, soñó y hasta se sintió explotado por cinco años en las carreteras del país, donde fue testigo de muchas cosas, injusticias, accidentes, y reconoce que muchos compañeros recurrían a diversas drogas para aguantar las duras jornadas laborales en los caminos en pos de cumplir con los horarios impuestos por el “patrón” e impedir que les descontarán una parte o incluso la totalidad de su sueldo por no estar a tiempo descargando la mercancía.
“Las carreteras son el mayor catálogo de drogas en el país…ahí encuentras de todo”, asegura”.
HOMENAJE
Sabia virtud de conocer el tiempo, decía Renato Leduc.
Y es verdad, pero mayor sabiduría la capacidad conocer al hombre por la cauda de amigos y afectos a su paso, de hacer amigos, de volverse respetado y querido por muchos, de incursionar en la política con vocación de servicio y gusto eficaz por la obra pública.
Entonces ocurren casos como el del doctor Armando Ahued quien ayer recibió el homenaje de su comunidad y de cientos de cercanos, en una tumultuaria comida donde sólo hubo un interés, darle honor a quien honor merece.
Y como honrar, honra; pues todos felices y todos contentos.
PREMIO
Obtienen Luis María Ansón, periodista, académico de la lengua española director del medio digital “elimparcial.es”, y la Fundación Ortega-Marañón de España el Premio Nacional de Comunicación José Pagés Llergo, instituido en memoria del gran periuopdista mexicano del mismo nombre.
La hija de Pagés
Llergo, la prestigiada comunicadora, Beatriz Rebollar; presentó al galardonado con una palabra definitiva. Quizá ahora Ansón podría ser, gracias a la ubicuidad del mundo digital, un ícono del periodismo global.
De la Villa de Madrid, a la “aldea global, globalizada por fin”.
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En Estados Unidos solo admiten tractores con una caja de 53 pies de largo, dos ejes de 8 ruedas cada uno, y una carga maxima de 45,000Lbs.( 20.4 Ton. metricas) ademas la carga debe de estar correctamente colocada para que se distribuya en todos los ejes. En la entrada de cada estado,y en lugares estrategicos, hay basculas que estan checando tanto la carga como otras caractristicas del equipo, Los que pueden usar doble remolque son UPS, Federal Express y otras compañias que mueven bultos y correspondencia.