Descompuestos los mecanismos tradicionales de control y compra de conciencias o al menos de conductas,  reventado el ducto por donde pasaban dineros fáciles y consignas de obediencia, aparente sumisión y prebendas para pacificar las actitudes y los equilibrios, el gobierno se halla de pronto entre la pared y las espadas.

Los tradicionales mecanismos de protesta se endurecen y en poco tiempo, relativamente unos cuantos días, los opositores a una reforma educativa para cuyo cumplimiento resulta necesario desbrozar el campo de nociva vegetación sindical (por

eso está Elba Esther Gordillo en la cárcel, y ahí seguirá quizá hasta el término de su vida natural o al menos de este gobierno), logran paralizar la economía de varios estados del país y amplían el campo de la oposición política.

El encadenamientos de las furias es simple y habla de la eficacia de una estrategia de sabotaje.

Los maestros y sus afines, sean dolientes por hijos desparecidos en piras inexplicables, campesinos, indígenas, desplazados, curas y obispos de hisopo bendito en bloqueos y marchas; intelectuales por cuales de diferente peso y conducta, batidillo de intereses variopintos, ponen al gobierno contra la pared ya sea en Nochixtlán, donde logran los mártires indispensables para todo movimiento redentor digno del respeto de una historia ya escrita desde su inicio y para comprobar su estirpe y raíz se vienen a Tlatelolco a tomar fotografías junto al memorial de los caídos en el lejano pero vigente año de 1968, parte aguas (cómo nos gusta esa expresión, mitrad alero, mitad tejado) de toda conducta política.

Y así, con  la paciencia de Trump han levantado el muro de su definición inamovible: abrogar, cancelar, anular, desaparecer, olvidar o de manos no aplicar en sus lugares los mecanismos de control sobre plazas, promociones, remociones, estímulos, recompensas y castigos para el magisterio.

Y dan a veces risa y en otras pena. Habrá a quien les cause indignación escucharlos o leer sus comunicados y manifiestos, plenos de moscas ortográficas, porque ¿sabe usted?, estos pobres tartamudos, incultos, ágrafos de verdad; son LOS MAESTROS (así con  mayúsculas) de los niños oaxaqueños, chiapanecos, michoacanos; mexicanos, pues, con lo cual ya todo esta dicho. Deberían ellos regresar a la primaria pero en Escocia o al menos, Santiago de Chile a ver si abandonan su asnal condición de pedagogos analfabetos.

Pero así, rudimentarios y rupestres, silvestres y resabiados ante la amenaza de sus escuálidos privilegios de conservación de plazas ínfimas, le han puesto un tronco y una roca y un madero y una barricada a los ferrocarriles, se han  apropiado de las carreteras y se han  echando al hombro el morral de la presencia ubicua en refinerías de petróleo, puertos o aeropuertos, caminos, veredas, autopistas y calles de la ciudad de México o Monterrey; donde nade de esto podría estar ocurriendo, y no hay poder humano para moverlos.

¡Ah!; pero los afectados ya encuentran en los propios mecanismos de control del Estado contra el Estado,  los senderos de confrontación; de otra confrontación: ponerle al gobierno una espada en el pecho mientras con los omoplatos rasca la pared magisterial.

Los empresarios, sean industriales, comerciantes o simples tenderos; los integrantes de opulentas centrales de patrones siempre dispuestos a  la defensa de la (su) libertad de comercio y negocio, acudan a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos y crean un interesante precedente cuya simpleza jurídica le da un vuelco al reparto de las responsabilidades y prueba la sabiduría de aquello de quien mata la vaca y quien le tiene la pata:  acusan al gobierno a de violar sus garantías debido a la lenidad con la cual permiten los delitos de aquellos a quienes no pueden controlar. El gobierno omiso es cómplice.

–¿Los maestros bloquean y perjudican?, la culpa es entonces no de quien estorba y cierra y cerca y daña,  sino de quien lo permite. Omisiones culposas cuyo pasmo causa perjuicio a mi derecho de tránsito a mi libertad constitucional de legitimo trabajo, de sana ocupación produtiva.

Y llegan los señores de las cámaras al extremo impropio de anunciar su propio mecanismo de sabotaje: no pagamos los impuestos, nos declaramos en ceros, nos informalismos en la menguada economía lastimada por bloqueos y trabas sin fin.

Y el gobierno abre la boca con  desgano, como los niños berrinchudos cuando no quieren papilla y se traga todo el camote.

Los empresarios y los medios lo hacen saltar de la sartén al fuego y mientras un asunto de reforma educativa se transforma rápidamente en cuestión de derechos humanos, asignatura en la cual le duele la cabeza al régimen, a pesar del heroísmo cotidiano de Roberto Campa, cuya labor algún día será recompensada pues se ha batido como un  mosquetero solitario frente a propios y extraños, ya en la OEA  o en Nocihxtlán.

Pero la espada tiene otro filo: si el gobierno no impide la anarquía entonces no podrá tampoco convocar a sus invitados favoritos y necesarios: los inversionistas extranjeros y ya se anuncia con los negros clarines del adiós, la retirada por lo menos cuatro grandes firmas  industriales cuyo capital y posibilidades de crear empleo se van con la música a otra parte, donde hayan y hallen garantías y certeza jurídica.

“El filo de la espada”; se llamaba aquel célebre tratado militar de mi general Charles de Gaulle cuyo contenido en nada lo relaciona con estos hechos, pues en tiempos del salvador de Lorena no había comisiones de Derechos Humanos ni tantas pantomimas como ahora; pero ni siquiera con su enorme prestigio pudo salvar las barricadas de París cuando estas se levantaron para protestar por Argelia o el estudiantado de la Sorbona.

Y mientras se sigue calentando todo este champurrado ruin, aparece un personaje singular.

Un sacerdote holandés afincado hace ya tiempo en México, vecino de la Calle Enrico Martínez, quien acude a solicitar el amparo de la justicia en contra de quienes han cerrado con vallas metálicas y portones deslizables la calle del viejo Paseo de Bucareli.

“La Secretaría de Gobernación (Segob) –dice la prensa–, aceptó el fallo de un juez federal que amparó a una persona para que sea respetado su derecho al libre tránsito, y liberó la avenida Bucareli que tenía bloqueada a la altura de las inmediaciones de su sede, desde hace 72 días.

“Ayer se informó que la sentencia del juez Ricardo Gallardo Vara benefició a John Andrew Auping Birch, holandés radicado en México desde 1977, quien hace cinco meses solicitó el recurso legal para que fueran retiradas las vallas derivadas de las manifestaciones de la CNTE y otros grupos.

“Así, la Segob retiró las vallas, luego las colocó temporalmente por una marcha y el resto del día la vialidad permaneció libre”.

Y ahora le caerán al gobierno amparo en contra por esto y por aquello.

Y un  día podremos ver al gobierno pidiendo un amparo para ver si alguna vez puede imponer el orden con lo único al alcance de su mano: el uso legítimo de la fuerza contra rejegos, insumisos y  demás.

Por ahora, ya lo hemos dicho, el “ogro filantrópico” es el eunuco maniatado.

ZACATECAS

Termina el gobierno de Miguel Alonso en Zacatecas con una pequeña luz en la negrura de los quebrantos priistas y para analizar la figurar del saliente gobernador, esta columna recibe el siguiente perfil:

“Dejará el gobierno en septiembre de este año.

“Fue el gobernador priista con mejores resultados en las elecciones de este año.

“En Zacatecas el PRI ganó la gubernatura con el 37.31% de los votos, contra 27.22% de Morena y 17.97% del candidato PAN-PRD.

“El PRI ganó la mayoría del congreso local con 15 diputados por mayoría y tendrá 16 con el diputado migrante, en un congreso de 30 legisladores locales.

Ganó la mayoría de las Presidencias Municipales, con 30 de las 58.

Pero además, Miguel Alonso derrotó a Los Monreal, ya que David, hermano de Ricardo, era el candidato de Morena a la gubernatura y a Andrés Manuel López Obrador, quien quería tener en Zacatecas un bastión y aliados rumbo al 2018.

“Miguel Alonso ya había demostrado su capacidad de operación política en 2013 en elecciones locales, en las que ganó el Congreso local con 13 diputados y la mayoría de los ayuntamientos, con 36  de 58.

“En el 2015 ganó las cuatro diputaciones federales.

“En Zacatecas Miguel Alonso ha sido Presidente Municipal de Zacatecas Capital, diputado local, secretario de turismo y gobernador. Nunca ha perdido una elección y en la elección presidencial de 2012 Zacatecas fue el Estado con mayor porcentaje de votos a favor de Peña Nieto. En estas elecciones ganó las cuatro diputaciones federales y la  senaduría”.

–¿Cómo se llama el presidente nacional del PRI?

¡Ah!, Enrique Ochoa.

Author: Rafael Cardona

Rafael Cardona

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