Posiblemente en los principales estados de la República dominados ahora por las alianzas electorales del Partido Acción Nacional y hasta por un gobierno “independiente” estemos viendo un inusitado fervor por la justicia sin confiar de manera plena la naturaleza virtuosa de esas indeclinables convocatorias a la legalidad, el ejercicio del derecho y la plenitud de la esplendorosa verdad.
En Chihuahua Javier Corral moviliza a sus adeptos y la emprende a sangre y fuego en el linchamiento del actual gobernador, César Duarte quien trata de esquivar la pedrea y el incendio.
En Veracruz las cosas no van por senderos distintos, agravadas por la agresión en contra de Ricardo Anaya, Santiago Creel y el propio Miguel Ángel Yunes quien culpa al otro Duarte, Javier, de azuzar en su contra a las huestes de César del Ángel. En Quintana Roo la hoguera aun no se enciende. Joaquín parece más sensato en los pasos de las cuenta y los ajustes.
El asunto de Nuevo León ya trasciende y Margarita Arellanes ha visitado juzgados y barandillas en el nuevo deporte nacional mezclado con la propia sopa y el chocolate: la persecución.
Hace unos días, el ex presidente del Partido Acción Nacional, ahora observador de los toros desde la cómoda barrera de la escuela, decía algo interesante:
“…son indefendibles los desastrosos gobiernos priistas de Chihuahua, Veracruz y Quintana Roo, puede haber responsabilidades penales en los mandatarios de esos estados, además todas esas maniobras de impunidad que están intentando, los hunden más y embarran a otras personas. Sin embargo la pregunta clave que debe responder el PAN es: ¿vamos a seguir usando la prisión como oferta de campaña electoral? (o como programa de gobierno, diría yo), ¿no es eso también populismo? El encono vengativo alejó a López Obrador del Palacio Nacional.”
A mi me consta de manera directa el carácter de estrategia electoral en la construcción panista del Sistema Nacional Anticorrupción como una estrategia de campaña y no como una convicción de mortalidad propia, ni siquiera de genética partidaria.
De “Punta Diamante” al cuestionamiento del fraude electoral del 2006 o “los moches”; la corrupción en Aguascalientes con el gobernador a brinco de mata y las historias en Benito Juárez y Miguel Hidalgo en la CDMX, entre otras cosas, el PAN no puede simplemente declararse limpio, puro e incorrupto; incorruptible y perfecto, sin pecado conocido y hasta sin pecado concebido. Mentira.
Por eso fue llamativa la conversación de César Duarte en la radio hace unos días en el informativo de MVS. Así dijo sobre la danza de los millones:
“… hace unos momentos –dijo Luis Cárdenas, el conductor– platicábamos con Javier Corral, con el gobernador electo. Se está complicando la transición -déjeme hacer al menos esta observación- parece que se está complicando una transición.
“Y bueno, viene una protesta por un endeudamiento de seis mil millones adicionales a los -nos dice, Javier Corral- 50 mil millones que ya existen.
“Nos habla también de estas empresas que han tenido complicaciones, que han tenido problemas, nos habla del tema de la Ciudad Judicial, de acuerdo a los datos que estamos recabando, al parecer la empresa sería AFHA S.A. de C.V., y sí hay varias notas al menos de cuestionamientos en torno a la construcción de la misma.
“Pero nos habla también de estas empresas carreteras, de estas empresas concesionadas que -dice- fueron creadas de forma ilegal. Y bueno, por supuesto, hay una réplica, hay otro lado de la moneda, hay otra versión.
Gobernador (Duarte), por favor.
–“A mi me entusiasma la oportunidad, no he hecho uso de la réplica. Desgraciadamente desde la Ley Electoral, que violenta los derechos humanos, por que la réplica es sin duda una de las garantías más importantes, y a través del proceso electoral, se impide cualquier expresión, por lo tanto, los señalamientos tanto se dicen que parecen verdades, y yo quiero hacer una serie de precisiones que me parecen fundamentales en este momento.
“LC: A ver.
“CD: Hace un momento se dijo que se había establecido una nueva deuda. Primero:
“La deuda de Chihuahua son 23 mil 899 millones de pesos, no son 50 mil millones, ni ha crecido.
“Segundo lugar:
“Los seis mil millones que ayer aprobó el Congreso para bursatilizar, en primer lugar, ya estaban presupuestados desde el año pasado, es decir, de la Ley de Egresos de este año, el Congreso, por unanimidad, incluyendo a los diputados del PAN, aprobaron esos ingresos vía bursatilización para disponer el estado de ellos.
“¿Por qué se llama bursatilización? ¿Y por qué se genera la duda de si es deuda o no?
“LC: Perdón, una pausa gobernador. ¿Los diputados del PAN?
“CD: También los diputados del PAN la votaron en diciembre del año pasado para que fueran establecidos como ingresos al presupuesto de este año, por eso es lo que no se dice.
“En segundo lugar (sic): La bursatilización tiene que ver con nuevas concesiones carreteras; de carreteras federales que el Gobierno de la República le otorgó a Chihuahua para su aprovechamiento, por eso no es deuda, son carreteras que están establecidas en un fideicomiso que nos otorgó 30 años el Gobierno de la República para explotarlas, y esas carreteras se aprovecha el peaje. Ese peaje, si no lo aprovechara Chihuahua vía esta concesión, iría a caer al recaudo de Capufe o de un tercero que se las hubieran concesionado, no son activos de Chihuahua, no son bienes de Chihuahua, son carreteras federales que el Gobierno de la República nos las otorgó para aprovecharlas”.
Después del análisis de varios puntos cuyo desarrollo excede el espacio de esta columna, Duarte insistió: la deuda de Chihuahua es de 23 mil millones de pesos; no de 50 mil, como acusa su inminente sucesor, Javier Corral. En esas condiciones cómo hizo Corral para “aparecer” (al menos en el discurso) 27 mil millones de pesos. ¡magazo!
Pero en la justiciera materia, asunto inicial de esta columna, Duarte no dijo quiénes encabezaron el ataque al Palacio de Gobierno hace dos semanas, casi.
Fueron Jaime García Chávez del grupo «Unión Ciudadana», auspiciado por JC; Rogelio Loya, diputado panista y notable elemento en la campaña de Corral y Ana Gómez Licón, pareja del líder del PAN en el estado. Hubo otros más.
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La frase es de José Luis Soberanes, ex presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos y doctísimo maestro en la jurídica materia. La puso ayer en su “tuiter” y no tiene desperdicio. Supongo su motivo: la designación de Enrique Ochoa, como presidente del CEN.
“El PRI, como el general africano Aníbal Barca, prefiere suicidarse antes de perecer a manos de sus enemigos en las próximas elecciones.”
Sin embargo algo bueno debe tener Ochoa: si la crítica interna en contra de su designación proviene de pajarracos como Ulises Ruiz, el asunto no va mal encaminado.
En su libro, “La década perdida”, Carlos Salinas de Gortari, quien siempre se refiere a Ochoa Reza como uno de los “más serios” analistas, menciona un diagnostico político de éste, relacionado con el fallido desafuero de Andrés Manuel López Obrador.
“…Un año después los analistas más serios señalaron que “la consecuencia (de ese desistimiento) para la ciudadanía es catastrófica. Bautizaron ese lamentable hecho como “Desacato; crimen sin castigo”.
“Y resumieron, el desistimiento de la PGR en contra de Andrés Manuel López Obrador, dejó en el desamparo a la ciudadanía”.
La verdad yo no recordaba ese análisis de Ochoa, pero mi olvido o mi memoria no tienen importancia. Lo interesante sería saber si Andrés Manuel tiene o no la memoria de un paquidermo tabasqueño.
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Y por si algo faltaba en el catálogo de la estupidez burocrática, ya tenemos la historia del gorila “Bantú”, anestesiado… para siempre.
Cosas de la vida pero el zoológico de Chapultepec depende de la Secretaria de Medio Ambiente, al frente de la cual está (#ladyhundoamancera) Tanya Muller, quien le deberá entregar todos los documentos de la vida y la muerte del gran simio a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, cuyo titular, Guillermo Haro (#lordtecierro), le ha enmendado la plana al GDF con la clausura de los Verificentros en pleno auge de la fiebre no circulante.
Ya veremos otro agarrón cuando Profepa rechace la “verdad histórica”, Bantú, se suicidó.
Nada es verdad y nada es mentira, hasta que se haya creado la «comisión» que investigará los hechos y diga cuál de las dos es y cuál no es.