En esta país muchas cosas no son como parecen. No es el león como lo pintan ni deja de brillar el plomo debidamente disfrazado de oro.

El entusiasmo electoral, por ejemplo, demostrado en la abundancia de ciudadanos con credencial, con fotografía, para votar (no para votar con  fotografía como dicen los ágrafos del INE) no obedece al fervor democrático por el sufragio. No. La gente persigue afanosa su documento, lo cuida y lo guarda como si fuera una reliquia,  porque es el sucedáneo del inexistente carnet de identidad.

De acuerdo con los índices de abstención, por ejemplo,  en el caso de la asamblea constituyente y como presagio de su desastre, la asistencia a las urnas fue del 25 por ciento, cundo mucho. Y la enorme cantidad de los abstinentes lo hizo por desinterés, no por falta de credencial.

La mica del IMNE es un documento administrativo de identidad. Sirve para muchas otras cosas y, a veces, para votar.

Por eso la burocracia dorada de los demócratas de la urna, siempre se han opuesto a la existencia del documento oficial (por decir gubernamental) del carnet.

“Nadie (o muchos menos) se inscribiría en el padrón electoral; se probaría el desdén ciudadano por la democrática fórmula de elegir autoridades y el INE demostraría lo escaso de una clientela espontánea y comprometida con la naturaleza misma de esa función política.

“Por eso se debe obligar a los ciudadanos a inscribirse en los padrones del registro de electores. Parecemos demócratas, pero no lo somos. O no todos, al menos.

Es como si el documento útil fuera una credencial de la Biblioteca Nacional. Todos la tendríamos una, aun cuando nadie fuera a leer en las polvorientas galerías donde viven los libros y los sueños. Eso no haría del nuestro un país de lectores.

Y en otro ámbito nos pasa lo mismo.

La gente acude en tropel a los “Verificentros” a pasar por el examen su vehículo, a sabiendas de dos cosas: si el auto es nuevo, no necesitaría esa prueba. Y si no lo es, debe probar un limpio funcionamiento sea real o sea ficticio.

Entonces se compra el “brinco”. Y como la prueba exitosa implica la posibilidad de circular a diario, porque el método restrictivo gradual esta mal hecho, porque no guarda relación con la disminución de las unidades móviles de contaminación sino con la exacción ciudadana, entonces se debe aprobar a toda costa:

Y llega la mano amiga de la componenda. ¿De a como?

Pero he aquí la justiciera previsión de los nuevos expertos en nada: los “genios” de la “Comisión Megalopolitana e Interplanetaria” quienes cambian los mecanismos de control para consagrar las incorruptibles computadoras (como si tuvieran vida propia) cuyo fraudulento diseño, por ejemplo, les permitió a los señores de la Volkswagen verle la cara de idiota  los burócratas internacionales de la contaminación ambiental.

El OBSystem es una tomada de pelo más, como las mediciones ambulantes y aleatorias.

Y la gente no verifica por conciencia ambiental. Lo hace por requisito de tránsito, para evitarse (más) mordidas y problemas con los policías de vialidad, de seguridad, de ecología o de cuanto haya por encima de la necesidad.

Y viene entonces el juego macabro entre la hacienda y la ecología: si quieres verificar pagas las multas. ¿Cuáles? Cuantas yo te diga, dijo el señor “K”. Y si no verificas te detengo y te meto al corral. Y entonces cierro el ciclo, hago indispensable la verificación.

Pero el círculo se rompe cuando las autoridades (de diversa naturaleza) cierran los Verificentros o impiden su funcionamiento por la amenaza de clausura. Entonces la actitud deberías ser muyn simple:

Mientras no haya Verificentos suficientes y funcionales; seguros y dentro de las normas, se suspende la cacería policiaca de incumplidos.

Hoy ser omiso es una condena, no una irresponsabilidad.

OSORIO

“Procurar justicia no es una elección ni un acto de mera bondad; la justicia se procura todos los días y se defiende con la razón y la ley”, aseveró el gobernador Alejandro Moreno Cárdenas en la inauguración de la XXXV asamblea plenaria de la Conferencia Nacional de Procuración de Justicia (CNPJ), a cargo del secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong.

Por su parte el secretario Osorio,  pidió a los procuradores y fiscales de justicia, de todo el país, impedir de manera prioritaria la violencia en contra de las mujeres.

“Se trata de un problema que exige una respuesta de la sociedad, pero también una acción contundente y comprometida de las instituciones, por eso  los exhorto a redoblar los esfuerzos en el tema, porque en México hay una deuda pendiente con las mujeres que se tiene que saldar”, sostuvo.

Author: Rafael Cardona

Rafael Cardona

2 thoughts on “El sainete verificador”

  1. Muy bien Sr. Cardona. Usted es uno de los pocos periodistas-comentaristas con sentido común.
    Lo veo frecuentemente con Pepe Cárdenas( lástima que este señor lo interrumpa tanto)

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