Por: Guillermina Gómora Ordóñez
No han pasado ni dos meses (24 de abril) de la marcha que se registró en 30 estados de la República para exigir un alto a la violencia en contra de las mujeres, que va, desde las miradas lascivas de las que son objeto a diario, el acoso sexual, hasta el feminicidio -la última y más extrema forma de violencia-, cuando se hace pública la violación en contra de Rosa Margarita Ortiz, a bordo de un autobús de la Línea ETN.
Una cobarde agresión por parte de dos ladrones con la presunta complicidad del chofer del autobús, al que la empresa Enlaces Terrestres Nacionales (ETN) defiende, bajo el argumento de que estaba encañonado por un delincuente, afirmación desmentida por la víctima y algunos testigos.
Para variar, estamos de nuevo frente un caso de indolencia; la víctima, que ya tuvo el valor de denunciar, deberá padecer el viacrucis de mendigar procuración e impartición de justicia en un país donde la mujer, en pleno siglo XXI, es discriminada y violentada sólo por el hecho de ser mujer.
Baste recordar el caso de Daphne Fernández y sus agresores “Los Porkys de la Costa de Oro”, donde el “tortuguismo” de la Fiscalía veracruzana tiene empantanado el asunto desde hace dos años. La jovencita fue violada en enero de 2015 y hasta hace un mes, luego de la presión social en los medios de comunicación fue detenido uno de sus agresores.
Claro, luego de padecer la familia de Daphne -principalmente ella-, el escarnio público y toda clase de calumnias y acusaciones que cuestionaban desde su forma de vestir hasta su alegre carácter. Nadie reparó en su tragedia, en su dolor, en su vida rota por este ataque.
No. Su valentía para hacer pública la agresión, como en el caso de Rosa Margarita, se tergiversó. Las ineficaces autoridades y los responsables del ataque así como sus cómplices intentaron e intentan justificar la canallada. Cómo si un acto tan vil, tan primitivo, pueda exculparse
Los responsables de aplicar la ley pierden la gran oportunidad de hacer justicia y enviar una señal clara y contundente de que se castigará a los culpables, de que la ley no sólo es para los influyentes, los poderosos (padres de Los Porkys o ETN), desperdician la oportunidad de actuar con ética ante una sociedad humillada y harta de tanto atropello.
Margarita y Daphne, representan a miles de mujeres agraviadas, ellas tuvieron el valor y el apoyo de su familia para denunciar, otras no viven para contarlo y cientos de ellas se ahogan en la opresión del silencio por “el qué dirán”, “mejor que nadie se entere” “qué vergüenza”.
¡Basta ya! Alcemos la voz, en este México de 120 millones de habitantes donde el 51.2% somos mujeres; donde a diario 7 son asesinadas de manera violenta y en los últimos años cerca de 2 mil han perdido la vida por ataques con arma de fuego. Cifras aterradoras que podrían ser superiores, pues estos registros del INEGI corresponden, sólo, a lo que oficialmente se conoce.
El estudio “Carga Global de la Violencia Armada 2015. Cada cuerpo cuenta”, revela que México junto con otros 9 países de América se encuentra entre los 25 con mayor tasa de feminicidios. Un vergonzoso dato que tiene su origen en la violencia, en los usos y costumbres de nuestra cultura machista.
Nocivas prácticas que se reproducen en el hogar, en el trabajo, en la escuela y que debemos erradicar de manera responsable y comprometida. Educar a nuestras mujeres y a nuestros hombres con sólidos valores y principios morales de igualdad, de respeto.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía en colaboración con el Instituto Nacional de las Mujeres, publicaron el documento. “Mujeres y Hombres en México 2014”, en el que se informa que en nuestro país el 27.3 % de las mujeres mayores de 15 años reportaron en 2011 haber sufrido algún ataque de diverso tipo: 84.3 emocional; 44.2% económico; 17.9% físico y 8.6% sexual.
¿Hasta cuándo la violencia hacia las mujeres? Rosa Margarita Ortiz y Daphne Fernández, son la gran oportunidad del Estado mexicano para brindar a la agraviada sociedad una lección moral a través de la impartición justicia. ¿Se atreverá?
Vericuentos
¿Magisterio revolucionario?
Se cumplió un mes de paro, bloqueos y plantones del magisterio disidente en cuatro estados: Oaxaca; Chiapas; Michoacán y Guerrero. La protesta por la Reforma Educativa, ha derivado en actos de violencia, saqueo a tiendas y oficinas, así como ataques a ciudadanos como a los maestros chiapanecos y a los policías oaxaqueños. ¿De verdad esta lucha tiene un objetivo académico? Hay quienes señalan al EPR y a otras fuerzas como las manos que mecen y financian la resistencia magisterial ¿Será?
Se acabó el tiempo al Congreso
Llegamos al viernes 17, el plazo que se fijaron nuestros 628 legisladores entre diputados y senadores para sacar adelante en un periodo extraordinario las reformas constitucionales pendientes. Sin embargo, aún no hay nada concreto en las minutas que vienen de Cámara de Diputados sobre anticorrupción, el régimen legal de la marihuana y el dictamen de mando mixto o la reforma en materia de seguridad pública. Y ahora cómo justificarán la falta de acuerdos, en la Torres de Babel en que se han convertido las Cámaras. La calculadora político-electoral los tiene contra la pared.
Basave – adiós PRD
El reconocido analista político, Agustín Basave, metido a dirigente nacional del PRD, confirmó que no es lo mismo observar, criticar y cuestionar el diario acontecer de las fuerzas políticas, que estar dentro y llevarlas a buen puerto. Las tribus se lo comieron y ahora planea su salida. Todo indica que en la primera semana de julio habrá eclipse en el sol azteca y Basave aprovecha para irse. No cumplió ni el año en la izquierda fracturada.
@guillegomora