Durante muchos años la palabra Avándaro olía a mariguana, exceso y desorden.
Avándaro era sinónimo de peligro para la juventud, de juicio desenfrenado, de pérdida de valores. ¿A dónde vamos a parar, comadre? Se decían unas a otras las mujeres en el mercado mientras las explicaciones de Carlos Hank, gobernador del estado de México donde ocurrieron los hechos de nuestro pequeño Woodstock.
Fue famosa durante años la anónima “encuerada de Avándaro”, una muchacha cuyo nombre he olvidado a pesar de haberla conocido el mero día del desmadre absoluto en el lodazal cercano al campo de golf de los burgueses mexiquenses.
Después supimos parte de la verdad. Avándaro se iba a usar como una trampa para desbarrancar desde Los Pinos la amenazante eficacia de Carlos Hank.
Quien quiera saber más le puede preguntar al encanecido presidente honorario del futbol mexicano, don Justino Compeán, cómo ocurrieron las cosas. Y si no lo conoce pues busque a Luis de llano, él también supo cómo se organizó esa fiesta de “Rock y Ruedas” (iba a haber una carrera de autos suspendida por la lluvia pertinaz) la cual no pudo contra el mariguano embate de los rockeros.
Si tiene usted tiempo busque a don Alex Lora (ahora ya hasta convertido en estatua en el Museo de Cera de esta ciudad, quien con su grupo “Three souls in my mind”, abrió el concierto interminable y multitudinario (algunos calculan 100 mil asistentes) cuya lluvia de sonidos y agua pudo haber durado 40 días y 40 noches si no se les hubiera cansado el caballo a los asistentes cuyo sueño forestal los derrumbó en el lodazal cuando ya habían llegado las tres de la tarde del día siguiente.
Pero todo lo anterior no es sino para contrastar la reacción social. En ese año 1970, cien mil jóvenes escuchando música y echando desmadre de lo lindo, sin violencia, ni heridos, ni nada por lamentar, como no fuera la pérdida de la inocencia social, se le atragantaban al país.
Hoy el festival “Vive Latino” reúne durante más tiempo y con más asistencia a miles y miles y a nadie le parece extraño,, o inconveniente o peligroso. La música dejó de ser (o parecer) un peligro para subirse de nuevo al carril de una industria millonaria abundante en consumidores y las drogas mismas, tan satanizadas entonces, son ahora materia de presidencial comprensión o de autorización tácita de nuestra Suprema Corte de Justicia.
Sí, los cambios ya no tienen reversa.
ERRATAS
Quien sabe cómo pero se cuelan.
Son como los virus, los rumores o la mala fama; como las enfermedades autoinmunes. Cuando uno menos lo espera, ¡zas!, llega la errata traidora cuya imprudente presencia a veces hasta mejora los textos pero en ocasiones vuelve el párrafo un costal de pedruscos estorbosos e incomprensibles.
Por ejemplo, en el texto de ayer sobre Fernando del Paso en esta columna, el original decía: “… pero no es ese el distintivo de un artista…” y apareció publicado, “…pero no es ese el distinto de un artista…”
Y en otra parte, en la reproducción del monologo de Carlota, yo cité “…y el sudor brotaba de mis poros en gotas diminutas…” y el duende (sea quien sea) lo cambió a “… y el sudor brotaba de mis potros en gotas diminutas…”
Y por cierto, en el libro mismo de Del Paso hay una errata (o un error). Cuando habla del Iztaccíhuatl, en lugar de LA Iztaccíhuatl. No se necesita ser el padre Garibay o Miguel León Portilla para saber el significado de esa palabra: es en náhuatl, “Mujer Blanca”.
Así pues cuando se habla de esa montaña se debe uno referir a ella en femenino: no en masculino.
Y por cierto, la preocupación del maestro Del Paso por la ominosa Ley Atenco, no es suya nada más. Leer esta noticia quizá podría reducir sus angustias por el futuro totalitario de México;
“(SDP) La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) informó (3 de abril) que realiza un estudio integral de la Ley que Regula el Uso de la Fuerza Pública en el Estado de México, a fin de emitir una opinión al respecto.
“El análisis es resultado de las diferentes solicitudes iniciadas ante el organismo y con ello la CNDH intentará verificar sí la ley se adecua a la Constitución y los Tratados Internacionales en materia de Derechos Humanos.
“Conviene recordar que organizaciones como el Frente de Pueblos en Defensa de la tierra de San Salvador Atenco, (FPDT) y otras organizaciones sociales calificaron la iniciativa como un método perverso para legalizar la represión.
“El Congreso mexiquense aprobó el pasado 17 de marzo la ley que regula el uso de la fuerza pública en el estado; esta norma permite a elementos policiacos usar armas de fuego en manifestaciones civiles”.