No se sabe quién inventó la frase pero con frecuencia se utiliza como presión política: a un preso se le priva de su libertad, pero no de su dignidad. (Ni el abate Faria en el castillo de If se tiró semejante rollo).
No hay ONG de los Derechos Humanos, respetuosa de su propia naturaleza en la cual se haga caso omiso de tal sentencia. Es como un “mantra”.
Y como riman libertad y dignidad (también piedad, fraternidad, humanidad etc); pues la recordación es sencilla.
Hoy en la defensa del “Chapo” Guzmán, Don Archibaldo, como le dicen en Estados Unidos, se suman algunos elementos notables. Todos ellos con una simple intención: acorralar al gobierno mexicano, una vez más, no importa si en el camino se convierten los defensores de los Derechos Fundamentales en promotores de las conductas delincuenciales.
Hasta una hija le acaba de aparecer al señor Guzmán. No importa si otros familiares dicen desconocerla o al menos no haber sabido de ella sino hasta ahora cuando con índice de fuego la señora Rosa Isela ha dicho: mi padre financiaba campañas políticas (no dice de quién) y ahora nada más es un delincuente peligroso. Lo traicionaron tras pactar la fuga.
Como todos sabemos el periódico inglés, “The Guardian” (muy interesado en asuntos mexicanos desde aquel caso de Tlatlaya), localizó en algún desconocido lugar de California a la hija del señor Guzmán y ella despepitó contra los gobiernos de México, por traición; Estados Unidos, por facilitar dos visitas del fugitivo a su territorio y al compadre Mayo Zambada, por haber “puesto” o al menos vendido a su señor padre.
Y como resulta lógico, sus palabras tuvieron el efecto deseado; estimular el oportunismo de quienes han hecho del “Chapo” una bandera para golpear al gobierno de Enrique Peña por cualquier circunstancia. Si se le escapa, por corrupto promotor de una fuga. Si lo aprehende, por usar la captura como una maniobra distractora (como si fuera el Papa, culpable de lo mismo); si lo mantiene con medidas extremas de control, por la imperdonable sevicia de violar sus elementales derechos humanos y oníricos.
–¡Cómo son, de veras!, no dejan dormir a “Don Chapito”, pobrecito, se está poniendo tan nervioso como para bordear los límites del infartito.
Y en ese juego perverso no se podían quedar fuera los partidos políticos. Ya no digamos nada de las palabras del infaltable Andrés Manuel quien no deja ir una viva. Ya sabemos cuántas cosas dice aun cuando no las haya terminado de decir. La misma cantaleta.
Pero en la misma línea se coloca el Partido Acción Nacional cuya más reciente definición es no tener definiciones. En esa organización opera un señor llamado Damián Zepeda Vidales (¿Vivales?) quien se ha tirado este rollo:
“…El Partido Acción Nacional exige al Gobierno Federal no minimizar e indagar a fondo las declaraciones vertidas por Rosa Isela Guzmán, hija de Joaquín “El Chapo” Guzmán, quien en entrevista a un medio extranjero dijo que a su padre lo traicionaron el mismo gobierno y otros (sic) líderes del crimen organizado.
“A través de su secretario General, Damián Zepeda Vidales, el PAN demandó al Gobierno Federal que ofrezca una explicación, porque no se puede dejar al aire un tema de esta gravedad.
“El Gobierno está obligado a aclarar el tema y debe actuar de inmediato, no puede quedar en sólo dichos, ya que está de por medio la integridad, seguridad, confianza y reputación del Estado mexicano y de sus instituciones”, aseguró.
“Indicó que el Gobierno mexicano no puede tomar a la ligera las acusaciones acerca de que “El Chapo” Guzmán dio dinero a políticos para sus campañas, como tampoco puede ignorar las complicidades políticas y de las estructuras de seguridad que contribuyeron a sostener el poderío de uno de los principales capos mexicanos.
“Las supuestas afirmaciones de la hija este narcotraficante no se pueden minimizar, ya que hablan de delitos graves que comprometen la seguridad nacional”, sostuvo. El secretario general del PAN urgió a la Procuraduría General de la República a averiguar a qué estructuras de seguridad se refiere Rosa Isela Guzmán”.
En ese mismo sentido se ha pronunciado, con oportunismo infalible, la secretaria general del PRD, Beatriz Mojica (¿no debería opinar sobre Ángel Aguirre, su ex jefe?) pero ninguna de estas buenas conciencias ha dicho ni media palabra cuando Emma Coronel, esposa del narcotraficante, proclama el desconocimiento de la señora Rosa Isela.
–Esa no es hija de mi viejo.
Mientras tanto la radio es caja de resonancia y Almoloya se convierte en Abu Grahib o Guantánamo. Si así fuera, nadie se volvería a escapar.
–¿A quién sirven en realidad quienes han hecho del Chapo una causa definitiva de los Derechos Humanos en México?
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