De un tiempo a esta parte el periodismo se ha convertido en  una actividad sobre la cual se posan todos los ojos del oportunismo político. Una forma de congraciarse con un  gremio no por su real importancia social sino por la posibilidad de lagotear a los periodistas mediante (entre otras cosas) premios o certámenes sacados de la manga, con la única finalidad de lograr favores e insertarse en un mundo paralelo a la política.

A estas alturas, es obvio, el periodismo significa en sí mismo una forma de hacer política, quizá sin los fines esenciales de esa de la actividad –tomar el poder–, sino catalizador de tendencias, actitudes y procesos. Los periodistas, hasta quienes no lo saben, participamos de la vida pública y del juego político.

En este sentido, hace unos días se publicó una ramplona convocatoria. Un poco como sin un coro de mudos quisiera otorgar un premio de locución.

Bajo la muy auspiciosa leyenda, “Presea al periodismo Miguel Ángel Granados Chapa”, la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (así aparece en su escudo)”, convoca a los periodistas del Distrito Federal (tomo la publicación del 21 de febrero, cuando el Distrito Federal jurídicamente ni siquiera existía, así la asamblea legislativa lo ignore) a participar en un certamen para lograr la ya dicha presea instituida (supongo) para prolongar la augusta memoria del licenciado Granados Chapa cuya aportación al mundo periodístico no le toca a esta columna pues ya es cosa juzgada por la historia nacional.

Lo notable de esta convocatoria es su condición de “patito”. Se parece a los títulos universitarios de las peje universidades. Mire usted.  Pasemos por alto la ignorancia constitucional de la Asamblea, la cual no sabe siquiera el nombre de esta “entidad federativa”. No, señores no es posible convocar a los periodistas del Distrito Federal. Eso ya no existe, es como convocar a los habitantes de la Gran Tenochtitlán.

Pero en fin, además de eso veremos otras perlas geniales de quienes se arrogan la capacidad de premiar a los demás en una materia de la cual, ignoran todo, hasta para escribir correctamente una convocatoria sencilla y simple:

“Podrán participar los trabajos (no sus autores) difundidos entre el 1° de enero y el 31 de diciembre de 2015.

A).Podrán participar los trabajos (no sus autores) elaborados y difundidos en Medios de Comunicación (¿y las mayúsculas?) del Distrito Federal (y dale con el anacronismo): televisión, radio, impresos e internet.

Difundidos en el periodo comprendido entre el 1° de enero y el 31 de diciembre del 2015. (Esto ya se había dicho líneas arriba, pero de seguro  se trata de aprovechar tan extravagante sintaxis legislativa). Ese punto  y aparte y esa forma de comenzar el párrafo no tienen sentido gramatical.

Los trabajos deberán haber sido difundidos en idioma español (no como la convocatoria).

  1. Los interesados en participar deberán ingresar a la siguiente liga:

http://aldf.giob.mx/miguelangelgranadoschapa y completar su registro electrónico, tomando en cuenta los siguientes datos:

  1. Nombre del autor y seudónimo (seudónimo para un trabajo periodístico difundido por radio o TV o publicado por escrito? Eso se hace en certámenes literarios para ocultar el nombre del autor y no influir en los jurados)
  2. Dirección, teléfono y correo electrónico.
  3. Reseña del trabajo (¿no basta con entregar el trabajo?)
  4. curriculum que no exceda 400 caracteres (¿?)
  5. Carta del medio en el que fue publicado el trabajo, certificando autoría y fecha de difusión de los mismos (falta de concordancia entre trabajo y medios), firmada por el editor.

Uno se pregunta sin un ejemplar del diario no sería suficiente, por ejemplo.

En fin este galimatías mal redactado y peor convocado tiene, como en todos los certámenes, un  jurado. Estos son los genios de la comunicación cuyo caletre iluminará sesudas deliberaciones de las cuales se obtendrán los nombres de quienes resulten merecedores de tan importante distinción.

Carlos Alfonso Candelaria López, Fernando Zárate Salgado, Víctor Hugo Romo Guerra (nomás faltaba); Aleida Alavez Ruiz (nomás), Miguel Ángel Abadía Pardo e Iván Texta Solís.

BELTRONES

Si algo faltaba en Veracruz, más allá de los videos de una gritería en “La parroquia” han  sido las declaraciones de Manlio Fabio Beltrones, presidente del PRI por la cuales hoy Xavier Duarte parece haberse quedado tan solo como un pingüino en Mocambo…

Author: Rafael Cardona

Rafael Cardona

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