Si algo tuvo la visita del Papa Francisco, fue la manera como los recorridos del pontífice desvirtuaron las palabras de Jorge Bergoglio. Es decir, el Papa se contradijo: en los hechos visitó estados inviables y ciudades reputadas como las más peligrosas del mundo y ni atendió escenas de violencia ni supo de hechos cuya vigencia le permitiera sustentar aquello del peligro universal de la “mexicanización” de la vida.
Y si bien estuvo al tanto de los hechos ocurridos en el Penal de Topo Chico, precipitados por la ineptitud del gobernador broncudo, también recordó una cárcel en la cual, muchos no querían hacer ni siquiera visitas de promoción de Derechos Humanos. Ahí se llegó a registrar un promedio anual de 310 homicidios de reclusos. Casi uno diario. Ahora los reos montaron una obra de teatro.
Desde 2011 la cifra de homicidios en la cárcel es cero. El centro de internamiento de Ciudad Juárez y los ocho del estado están en control de autoridades especializadas, en ninguno operan autogobiernos de reclusos y dejaron de ser el foco de planeación de extorsiones o secuestros. Desde hace 27 meses no ha habido secuestros en la zona fronteriza de Chihuahua.
Las comparaciones son odiosas, pero a veces son necesarias y hay contrastes en la vida.
Un amigo de esta columna me envía algunos datos de Chihuahua. Son, al menos, interesantes.
“Hace casi seis años parecía imposible combatir los escandalosos niveles de violencia en Ciudad Juárez. La esperanza de vida de un joven menor de 20 años ligado a la actividad de alguna banda del crimen organizado en 2007 y 2008, llegó a ser de apenas seis meses.
“En 2010 ese panorama comenzó a cambiar.
“En Chihuahua, el sistema educativo superior garantiza hoy cupo para todo estudiante de educación media que quiera seguir una carrera. Mientras la tasa media nacional de deserción escolar en los Colegios de Bachilleres alcanza 20 por ciento, en los ColBach de Chihuahua es de cinco por ciento.
“Salvo incidentes aislados en regiones remotas, como Ciudad Cuauhtémoc –donde se habla de 300 casos de personas desaparecidas—la crisis estatal de la seguridad pública disminuyó notablemente. De los 300 casos de Ciudad Cuauhtémoc, 99 por ciento son antes de 2010. Hoy, sólo uno está pendiente de ser consignado.
“Chihuahua es también la entidad en la que se ha logrado avanzar más en la implantación de los nuevos modelos orales de impartición de justicia.
“Sin embargo otros problemas están vigentes:
“A pesar de una tasa de 32 por ciento de crecimiento económico (muy por encima de la media nacional) y de tener el primer lugar nacional en creación de empleos formales, aún falta elevar salarios, sobre todo entre madres trabajadoras de la frontera. La diferencia salarial entre dos ciudades como Ciudad Juárez y Chihuahua, es que en la primera los salarios pagados pueden ser hasta 50 por ciento inferiores a los de la capital del estado. Este un problema real, que involucra a gobierno, empresa y sociedad, pero no es ya el de la violencia criminal”.
“En Salud, la Organización Mundial de la Salud, OMS, reconoce un importante descenso de 57 por ciento en el número de muertes materno infantiles en el estado”.
“La vida, la educación, la salud se abren paso en Chihuahua. Otros son hoy los problemas, no los que agobiaban a todos hasta antes de 2010. Qué ni qué: Chihuahua vive mejores tiempos”.
FRAY CORRAL
Y en cuanto a los tiempos electorales, otro compañero me manda estas reflexiones:
“Cinismo puro, exclamaron no pocos chihuahuenses al escuchar por la radio a Javier Corral, en una entrevista más parecida a un fervorín, en la que el candidato del PAN declaraba su religiosidad y su inmenso respeto por la iglesia y la jerarquía católica al calor de la presencia papal en Ciudad Juárez.
“Pero se da el caso de que en una de sus frecuentes querellas judiciales sin rumbo y sin destino, se le ocurrió al panista –hace apenas un poco más de un año– interponer una demanda penal en la representación federal de la PGR en Chihuahua y pedir la comparecencia ministerial del arzobispo de Chihuahua, Constancio Miranda y del obispo de la Tarahumara, Rafael Sandoval, quienes finalmente declararon ante el Ministerio Público y, como era de esperarse quedaron liberados de cualquier responsabilidad”.
La iglesia puede perdonar, pero no olvida.