Con el dominio pleno de la lengua inglesa, el 29 de noviembre de 1935, un día antes de morir, Fernando Pessoa escribió en la última línea de su vida, algo cuya brevedad le pudo dar resonancia de epitafio:
–“I know not what tomorrow will bring”. No se que traerá el futuro.
Hoy, ante la ventana incierta de un nuevo año todos somos lectores y quizá sin saberlo redactores de esa misma sentencia. Quizá a la postre nos demos cuenta de la realidad del tiempo: no saber. En estos casos, vivir es presentir. Y eso a veces.
Perdido entre los asuntos de la Navidad, las compras, las gestiones de última hora en preparación de un viaje o afanes similares no fue posible advertir el detalle de un caso significativo: la reparación integral del daño en el caso de la muerte del joven David Josué García Evangelista, integrante del equipo de futbol “Los avispones”, asesinado durante los hechos de Iguala.
No será ahora cuando se discuta sobre la figura reparadora según la cual es posible restaurar los daños causados a familiares y cercanos de alguien cuya vida se ha terminado de manera tan aleve, pero todo se reduce a un hecho concreto: dinero a cambio del cese de las reclamaciones y simbólicamente una gloria y una disculpa.
La gloria, colocarle una placa con su nombre a la cancha deportiva donde la víctima soñaba ser Messi y la disculpa pues ya se sabe, a nadie empobrece pues con decir, reconocemos lo ocurrido y entonamos el “mea culpa”, pues no cambia absolutamente nada. Los muertos muertos están y los familiares se acercan por esa piadosa vía a la “industria del sufrimiento”, de la cual muchos sacan raja.
Normalmente un procedimiento de esa naturaleza reparadora tarda mucho tiempo más, pero en este caso algunos trámites se anulan por la vía del “fast track”, pues se quiere retirarle municiones a los inconformes especialmente ahora cuando se prepara la visita del Papa Francisco y algunos grupos, colectivos y similares buscan atraer la atención pontificia para proseguir su labor de hostigar al gobierno federal por algo sucedido sin su intervención directa.
Por eso, al menos durante el primer trimestre del año cuya luz veremos dentro de muy pocos días podríamos releer estas líneas escritas hace ya un año en este mismo espacio:
–“Prácticamente el año político cierra con un discurso pronunciado por Miguel Ángel Osorio, secretario de Gobernación, sobre el cual debemos reflexionar detalladamente. Y el año concluye, en verdad, con una triple definición, y si mucho presionamos, una cuádruple definición del origen de algunos de los problemas nacionales.
“El presidente de la República, el mes de noviembre, comentó sobre había ciertos indicios de grupos cuyos privilegios se estaban perdiendo y estarían fomentando, por revanchismo vengativo, una actitud hipercrítica.
“Y lo dijo, y quedó escrito, y se comentó en su momento.
“Después los secretarios de las fuerzas armadas, tanto de la Marina, Vidal Soberón como de la Defensa, Salvador Cienfuegos, comentaron más o menos lo mismo. En un caso, el almirante secretario de la Marina Armada, quien se llama como ha quedado asentado líneas arriba, señaló su personal ofensa y molestia y coraje, por ver cómo están manipulando en infinitas formas y estilos de protesta ubicua, a los padres de los jóvenes desaparecidos en Iguala.
“Ahora, dice más o menos lo mismo, el jefe de la Oficina presidencial, el señor Aurelio Nuño, a quien le hacen una especie de presentación en sociedad muy llamativa para los analistas, a esos quienes ven en cada cosa un indicio.
“Hay muchos arúspices. El oficio de Casandra se mete por todas partes, sobre todo cuando no hay información, todo mundo quiere adivinar, todos son presagios, todos son claves de adivinación.
“Es como la cosa esa de la Kabalah. Todo tiene un significado.
“Entonces, ha dicho Aurelio Nuño, la esencia del proyecto del Presidente ha sido democratizar las oportunidades para todos los mexicanos, y esto de las oportunidades tiene relación obviamente con las leyes de Telecomunicaciones, con la concurrencia posible con estas nuevas leyes sobre la competencia; con la destrucción de los monopolios, con la existencia de los preponderantes, y sobre eso, vuelve el secretario de Gobernación, Osorio Chong, y dice, las reformas han afectado algunos intereses y le han quitado algo de aquello por muchos años sólo patrimonio de algunos, quienes, por supuesto, han reaccionado ante el riesgo de mucho tener y algo, dejado de tener
“Y en esos momentos de dolor, difíciles por los hechos de Iguala buscan el desconcierto, buscan no importándoles las consecuencias, la violencia. Y nos recuerda el deber del Estado o de las fuerzas del Gobierno, (por donde se expresa la potencia del Estado), consiste en garantizar la tranquilidad en el país.
“Así pues, tenemos dos grandes corrientes de expresión y de explicación de la realidad nacional.
“El Gobierno dice, nosotros no hemos incurrido en incompetencia, ni en agravios a los derechos humanos. Somos Gobierno Federal. Nosotros estamos arreglando las cosas originadas y causadas en otros estamentos de la responsabilidad política, y esos elementos políticos están siendo alimentados y están siendo fomentados y estimulados en su queja y en su protesta por grupos afectados por las reformas presidenciales, ya hechas y de futuro asegurado. El gobierno las va a seguir sosteniendo.
“Ese es el discurso oficial con el que el Gobierno de la República cierra el año 2014.
“Lo faltante por ver es si ese discurso se mantiene y se sostiene, porque hay muchas cosas ajenas al estímulo de la maldad revanchista de quienes han visto tocados sus intereses por abusivos como puedan ser esos intereses que se hicieron al amparo del propio Estado.
“No se hicieron solos esos privilegios. Los monopolios no cayeron de la luna, ni cayeron de Marte, y los dominantes y los preponderantes llegaron a esa posición, como dijo Carlos Salinas, al analizar el caso de Telmex, por los huecos de la regulación en las leyes mexicanas.
“Entonces ellos dicen, yo jugué con las reglas y me volví inmensamente rico o inmensamente poderoso, o inmensamente persuasivo, pero fue con ayuda del Gobierno. En algunos casos, dicen, con la complicidad del Gobierno.
“Ahora este Gobierno quiere revertir esa tendencia. Lo ha hecho a partir de la reformas ya aprobadas, ya hechas, desde la mitad del año pasado, y de pronto, para la luminosidad reformista del cambio nacional, sobrevino el eclipse de Iguala.
“Se apagó la luz, se escondió el sol, nos habitaron las sombras y nos llegaron los fantasmas del peor pasado mexicano.
¿Cómo se va a desenmarañar todo esto?
“Yo honestamente, después de 45 años de ser testigo cotidiano de los hechos políticos de mi país, lo digo con simpleza, no sé cómo se va a desenmarañar todo este asunto, pero como no es mi responsabilidad desenmarañarlo, ojalá quien lo debe desenmarañar lo desenmarañe y buen desenmarañador será.
“Sólo se desenmaraña lo enmarañado y mañana será otro día”.
Como vemos el tiempo no es una línea: es una espiral… todo regresa, todo se repite.
Por lo pronto, Feliz fin de año, que la fuerza os acompañe, como diríamos ahora en pleno regreso de las batallas siderales.