Aun prevalecen vicios e inconsistencia en la nueva propuesta (modificada, aparentemente) de Ley de Desarrollo Urbano, enviada a la ALDF por el Jefe de Gobierno, a quien retiraron facultades para actuar en ámbitos que sólo competen a la Asamblea Legislativa. Sin embargo dejaron otras a la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda (Seduvi) como ser la única instancia que autorice modificaciones en establecimientos de “bajo impacto urbano”, obligación que debería tener cada delegación política.
El Secretario de la Comisión de Desarrollo e Infraestructura Urbana de la ALDF, Diputado panista Rafael Calderón Jiménez., cuestionó que el nuevo documento siga dando facultades determinantes a una sola instancia cuando los temas de desarrollo e inversión contemplan acciones multidisciplinarias, “de nada sirve hacerle cambios a la iniciativa si prevalece la intención de permitir a la Seduvi autorizar el cambio de uso de suelo de pequeñas y medianas empresas con hasta 250 metros cuadrados de construcción. Si se deja este punto en la nueva Ley, hasta un antro –dijo- podría considerarse de bajo impacto para el entorno urbanístico”
Ante estos detalles, el legislador blanquiazul, convocó a los integrantes de la Comisión a revisar a detalle la nueva propuesta, toda vez que de ser aprobada así la sociedad podría salir perjudicada. Como primer paso, insistió se propondrá presentar este dictamen en un periodo extraordinario o hasta el siguiente periodo ordinario.
Asimismo, lamentó que a 7 meses de iniciados los trabajos de la V Legislatura y las administraciones delegacionales aun no se tengan los Planes de Desarrollo Urbano por demarcación, por lo que urgió a los responsables de las 16 delegaciones entregarlos de inmediato, pues se contempla que antes del 30 de abril la Comisión de Desarrollo e Infraestructura Urbana se reunirá con cada uno de los Jefes Delegacionales y necesitan conocer sus propuestas.
Rafael Calderón insistió que en tanto no se conozcan los planes urbanos y la infraestructura que cada delegación requiera no se pueden diseñar planes ni presupuestos, en detrimento de la calidad de vida de los capitalinos.