Por: Guillermina Gómora

Al góber de papel, Rogelio Ortega, le fijaron un ultimátum de 48 horas los familiares de los 16 desaparecidos en Chilapa, Guerrero, el pasado 9 de mayo. Durante un encuentro, dos semanas después de la irrupción, le advirtieron: “Si no hay nada, nosotros veremos a qué personas buscar para garantizarnos resultados”.

No se trata de una bravuconada, nos dicen fuentes cercanas a los afectados, “la gente en Chilapa está muy dolida”, por eso le exigieron al mandatario que los encuentre vivos y amenazaron con «hacer justicia por su propia mano» si no reciben noticias mañana (miércoles).

La muerte tiene permiso en la región, “matar se ha vuelto cotidiano, es como ir a comprar un refresco”, comentan algunos habitantes de la zona donde predomina el cultivo de amapola y cuya plaza disputan dos organizaciones criminales rivales: Los Rojos y Los Ardillos, estos últimos oriundos del municipio.

En Chilapa, la “normalidad” se alteró con la incursión de los 300 hombres armados, presuntos guardias comunitarios, al servicio de Los Ardillos. Desde entonces la gente vive con miedo, hay 15 mil niños sin clases y la cabecera municipal luce casi desierta. La mayor parte de la actividad comercial y social se realiza por la mañana, pocos se animan a salir por la tarde – noche.

El enojo que embarga a sus habitantes tiene mucho que ver con la inacción de las autoridades, empezando por su presidente municipal, Francisco Javier García, quien “desapareció” durante los cinco días de ocupación (9-14 de mayo) y se le vincula con el cártel de Los Rojos, de ahí, dicen, el distanciamiento con el gobernador, a quien también se le cuestiona haber negociado primero con los invasores y luego atender a los afectados.

Rogelio Ortega convocó una semana antes a Casa Guerrero, en Chilpancingo, a los comisarios de las comunidades de Jagüey, San Ángel, Ayahualulco y Xiloxuchican, para negociar la salida de los hombres armados que tomaron Chilapa. Sin embargo, a decir de los familiares de los desaparecidos, “se le olvidó” averiguar y negociar lo más importante: el paradero y entrega de los secuestrados por los presuntos policías comunitarios.

Figura que, nos ratificaron, no existe en la zona, pues desde hace años la controlan los descendientes del narcotraficante Celso Ortega Rosas, La Ardilla, alias del cual se desprendió el nombre del cártel que manda en Chilapa y que hoy, aseguran, dirigen el presidente del Congreso guerrerense, el diputado local del PRD, Bernardo Ortega, y sus hermanos Celso y Antonio, identificados por autoridades federales como líderes del grupo delictivo Los Ardillos.

Grupo que no desea compartir el territorio, por eso ordenaron la “limpieza” del cártel de Los Rojos que dirige, en el municipio, Zenén Nava Sánchez, El Chaparro, quien de acuerdo con un reporte de la Agencia Quadratín, el pasado 12 de mayo, buscó una tregua con los hombres armados que tomaron Chilapa. «¿Quieren diálogo tranquilo o quieren balazos? Soy el mero jefe de Chilapa”, le dijo Nava Sánchez al comisario ejidatario de Xiloxuchican.

Así las cosas, el panorama luce complicado para los habitantes del municipio y el gobernador de Guerrero, quien seguramente debe tener presente la advertencia: “Queremos hechos para que nos convenza, que entreguen a nuestra gente viva en 48 horas”. ¿Cumplirá?

Vericuentos

Blindar al INE

Si en algo coinciden los partidos políticos es en respaldar al Instituto Nacional Electoral. César Camacho, dirigente del PRI, demandó “una autoridad electoral fuerte, capaz de coordinar a los millones de mexicanos que integrarán las mesas receptoras de votos y en los que va a radicar la responsabilidad de que haya comicios concurridos y absolutamente legales”. Al respecto, Emilio Gamboa, coordinador de los senadores del tricolor, reiteró su confianza en las autoridades electorales, pues dijo que con el esfuerzo y recursos de todos los mexicanos se han consolidado como organismos autónomos e independientes.

Cerrojazo electoral

En el cierre de las campañas andan los principales actores políticos. Fernando Herrera, coordinador del PAN en el Senado, acudirá esta semana a Nuevo León, Colima, Baja California Sur y San Luis Potosí, donde Sonia Mendoza podría dar el campanazo. Los azules afirman que recuperarán Bajasur, y buscan ganar tres de las nueve gubernaturas en juego.

El exilio de Marcelo

Imitando a Porfirio Díaz, el mejor alcalde del mundo, Marcelo Ebrard, se autoexilio en Francia. Dice que desde allá defenderá su derecho a ser votado, pues aspira a la Presidencia en 2018. ¡Ajá! Lo más asombroso es que afirma vivir con 3 millones de pesos al año y no trabaja. ¡Que pase la receta!

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