Hace algunos años el desparecido embajador Jesús Puente Leyva, en el ocaso de su vida y su carrera diplomática me dijo con amplio conocimiento y experiencia en la política de Venezuela: el mejor punto de vista sobre lo que pasa aquí te lo puede dar Teodoro Petkoff.
Seguí su consejo y en varias emisiones de Radio Fórmula hablé con Petkoff quien a pesar de toda la solidaridad entre colegas, nunca fue un hombre fácil ni siempre dispuesto. Pero su pensamiento es deslumbrante.
Incisivo, filoso, certero, aguzado e implacable. Todo eso era cuando Venezuela vivía bajo la magia dominante del comandante Chávez, es decir, cuando aquello era un opulento ensayo populista.
Hoy, bajo el gobierno de Nicolás Maduro no llega ni a eso, es apenas una triste (para Venezuela) parodia del populismo sin rumbo ni talento.
Petkoff fue galardonado con el premio Ortega y Gasset, lo cual significa poco en verdad pues ni siquiera le ha servido como protección para salir del país ante los amagos de una justicia dominada por el gobierno y la persecución de Diosdado Cabello presidente dela Asamblea Nacional quien ha demandado a varios periodistas por supuestas calumnias y señalamientos críticos de su desagrado.
El periódico “Tal cual. Claro y raspao”, de Petkoff (lo cito para mostrar su tono crítico) ha renovado su edición. De esta manera ha sido presentada. El espacio no permite la íntegra reproducción, pero sí la muestra de una actitud ante la cual todos nos debemos solidarizar.
“Pues sí señor: aquí estamos otra vez. No nos da la gana de desaparecer. Nos has vuelto a demandar (dice el editorial de “Tal cual”), pero nosotros estamos aquí. Nos acusas por dar tratamiento a una noticia que, de cualquier manera, las redes sociales ya habían hecho de conocimiento general.
“Por reproducir una información internacional en la que has resultado aludido. Que perfectamente habrías podido aclarar, de haberlo deseado en realidad, en estas mismas páginas…
“Presentas una querella contra nosotros por una noticia que no nos pertenece. Nosotros no decimos que las cosas son verdad.
“Eso es lo que intentan ustedes. Aquí se practica la réplica, porque nosotros creemos en la libertad de conciencia. Nosotros damos noticias y las analizamos. No es la primera vez que nos pones en un tribunal. A lo mejor no será la última. En realidad, te buscaste una excusa para demandarnos.
“Lo lamentamos profundamente. Podríamos estar empleando el tiempo en cosas menos inútiles. Sobre todo tú, que estás en el poder. Venezuela no está nada bien, Diosdado. No te escondas en la Misión Transporte. Venezuela es un desastre. Te invitamos a que veas con serenidad el panorama completo.
“Camina sólo por las calles. Anda a hacer mercado. Anda a darle la cola a un amigo de madrugada, sólo, luego de salir de una fiesta. Inflación exponencial, muertos todos los días, colas con empujones, soldados en los automercados, ausencia de tratamientos para el cáncer, secuestros, profesores con salarios de mendigo, dos productos por persona. No es lo normal.
“No es tan difícil verlo. No es así como se debe vivir. Ustedes, los chavistas, han administrado un volumen de recursos único en la historia del país. Podrían tener la humildad de asumir aunque sea parte de su responsabilidad de esta tragedia que te niegas a ver.
“Ustedes controlan los precios, los puertos, la rotación de las mercancías, las divisas extranjeras, la Asamblea Nacional y los demás poderes públicos. Controlan PDVSA, las minas, el oro, entre otras muchas cosas. Las cosas en Venezuela están como están, Diosdado, como consecuencia de una forma equivocada de ejercer el poder. Equivocada y perversa…”
–¿Dónde la injuria, dónde la ilegalidad? En el gobierno, obviamente.