Hace algunos años, demasiados como para contarlos, leí el libro de mi compañero de páginas y amigo de mucho tiempo, René Avilés Favila cuyo sólo título ya forma parte de la historia reciente de las letras mexicanas. “El gran solitario de Palacio”. Se refería al abandono de Gustavo Díaz Ordaz a quien después de Tlatelolco ya casi nadie quería. El tampoco quería a nadie.
Hace algún tiempo por otra parte; en la Plaza de San Pedro, entre miles de peregrinos con cámaras fotográficas y monjas con lágrimas en las mejillas, vi de lejos la diminuta figura del Papa Paulo VI y escuché a alguien decir: el Papa debe sentirse muy solo cuando se retira del balcón. La vieja conseja aquella de la soledad del poder.
Yo no se si como decía José López Portillo un presidente toma las decisiones torales de su vida “en la soledad del despacho” o se hunde en el barullo de su “cuarto de guerra” para aturdirse con el parloteo de consejeros, lambiscones y algunos colaboradores de buena fe. Pero en momentos de crisis, un Jefe de Estado también necesita un tanto de comprensión y un poco de solidaridad. Al menos de quienes entienden –por haberlas padecido–, las condiciones del Poder.
Pensaba en eso mientras evocaba el libro, “El club de los presidentes”, de Nancy Gibbs y Michael Duffy quienes narran la persistente labor de consulta y consejo de los ex presidentes de Estados Unidos a quienes esa condición los aleja hasta de sus partidos, excepto en ocasionales momentos de contienda electoral.
Yo no se si los hechos actuales de Jalisco y su onda expansiva en bloqueos carreteros a estados vecinos sea el momento más grave de la administración del Presidente Enrique Peña, pero si consideramos el tamaño de la reacción y el tonelaje del equipo militar desplegado en la zona como consecuencia, entre otras cosas del misil contra el helicóptero y la muerte de una decena de efectivos militares en el más espectacular y artero ataque sufrido por las fuerzas armadas, debemos suponer la importancia del caso. Revisemos estos datos ofrecidos sobre la inusitada presencia militar, en una crónica de Juan Pablo Becerra Acosta:
“… Los blindados Panhard franceses, con capacidad para 12 soldados en su vientre, yerguen en sus techos sus ametralladoras calibre .50 operadas por un artillero, cada una las cuales pueden disparar mil balas por minuto. Un aguacero de pólvora.
–¿Resisten un proyectil como el que derribó al helicóptero? se le pregunta al oficial a cargo de dos blindados. Sonríe.
–«Sí…» responde con parquedad militar.
El blindaje del rinoceronte de guerra resiste cohetes disparados con un lanzacohetes RPG-27, como el que derribó al helicóptero Cougar de la Fuerza Aérea…
“¿Qué tal la Mount Machine Gun MK 69 la ametralladora lanzagranadas de .40 milímetros que escupe fuego 375 veces por minuto? Al menos seis granadazos por segundo.
«Tiene alcance de al menos mil 500 metros. Cuando explotan las granadas todos ensordecen…» narra ufano otro oficial en un retén distinto, mientras su operador casi acaricia la bestia lanzafuego.
En Villa Purificación y en cada búnker los soldados miran fotos del Cougar derribado convertido en cenizas y fierros retorcidos. Fotos que les muestro. Sus miradas se endurecen. Niegan con la cabeza y fruncen el seño.
–¿Están enojados?
–«Sí. Tendrán que responder ante la ley por sus crímenes.»
“Aquí está ya en Jalisco el poderoso 1er Regimiento Blindado de Reconocimiento del Ejército mexicano con sus imponentes juguetes de guerra”.
Ahora valdría la pena imaginar.
¿Sería conveniente un cónclave entre Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo, Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto? ¿Podrían ofrecer algo? Omito a Luis Echeverría por sus seniles condiciones. Quizá los ex presidentes pudieran hacer algo más allá de arar cada quien su tierra, seguir con sus negocios, rumiar sus nostalgias, gobernar sus olvidos y hacer torres de memoria con las rútilas Hiostoris﷽s rriza. Tambites. Houstgalgias, gobernar sus olvidos y hacer torres de memria con las ttaquerontyeriza. Tambites. Houristes monedas de su pasado.
Pero en fin, contemos algo del pasado. De otro pasado.
En el lejano 1978 Anastasio Somoza se tambaleaba.
El gobierno de Costa Rica, con calculado disimulo había dejado operar bases sandinistas en su zona fronteriza. El ataque a una población llamada Rivas, saldría desde Peñas Blancas. Los soldados de «Tacho» se enteraron y esperaban a boca de fusil con apoyo de la aviación.
Los aviones, unas carcachas de la guerra de Corea, lanzaron bombas por la línea fronteriza y como es lógico algunas cayeron del lado costarricense. El presidente Daniel Oduber, cerca de Liberia, recolectaba (hasta con ayuda de este redactor) esquirlas para presentarlas en la OEA, como evidencia del ataque a su inerme territorio.-
Cuando eso hacía se presentó un personaje extraordinario: José Figueres, “Don Pepe”.
–Daule, tu y yo henos sido adversarios, pero hoy el país tiene problemas y tu eres el presidente. Vengo a ponerme a tu disposición. ¿En qué puedo ayudar? Con él iba su hijo Mariano en uniforme de campaña de quien sabe cual ejército, pues Costa Ruca no tiene.
–¿Y ocurrió algo?
Nada, una persona bien informada me contó: Don Pepe tiene problemas fiscales, se presentó de esa manera espectacular y falsamente humilde y sumisa a la autoridad presidencia a ver si Oduber lo ayudaba. Eso fue todo…
Hoy he recordado esa historia. Quien sabe por qué.
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Recibo desde Morelia este informe sobre la campaña de Silvano Aureoles:
“…un liderazgo más del Partido Acción Nacional se sumó al proyecto de Silvano Aureoles Conejo. Germán Tena Fernández, ex presidente del Comité Directivo Estatal del PAN y ex delegado de la Secretaría de Desarrollo Social hizo público su apoyo al candidato de los partidos de la Revolución Democrática, del Trabajo, Nueva Alianza y Encuentro Social.
“Frente a los medios de comunicación, Germán Tena expresó que es la propuesta de Silvano Aureoles la que está por encima de los temas partidistas, la que se aleja del egoísmo y busca sumar el mayor número de voluntades a favor del desarrollo de la entidad; pero sobre todo, que es la que muestra puertas abiertas para los ciudadanos que no se identifican con ningún partido político.
“También Julio Castellanos, ex presidente municipal de Zamora por el blanquiazul, con una importante trayectoria legislativa y ex funcionario durante el sexenio de Felipe Calderón, anunció su adhesión”.
La elección allá, al parecer, sigue en tercios. Las moneda están en aire.
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Quienes al parecer se están equivocando nuevamente son los demóscopos del diario regiomontano “El Norte”. Hace seis años derrotaban en sus estadísticas y sondeos a Rodrigo Medina. Hoy hacen lo mismo con Ivonne Álvarez.
Me comenta un amigo de Monterrey:
Los candidatos que El Norte “derrota” gozan de cabal salud. A 6 años de distancia, no cambian de formato. En 2009 vaticinaba la derrota de Rodrigo Medina, actual Gobernador de Nuevo León, y ahora trata de hacer lo mismo con Ivonne Álvarez.
A pesar del pronóstico del periódico, Rodrigo Medina de la Cruz obtuvo el 49 por ciento de los votos, y Elizondo 43.4 por ciento.
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¿De veras alguien se cree la espontaneidad e independencia del candidato Bronco de Nuevo León?
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Si el día de hoy alguien tiene, pues festeje. Si no tiene acuérdese de cuando tenía. Y si la cosa no da ni para eso, pues recuerde. Es el “Día de la Madre”.
¿Cuánto cuesta ser madre? Cuántos dolores, cuántos desvelos, cuántos sacrificios.
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