Planteado más allá de un simple discurso ante los banqueros en su reciente convención, el anuncio presidencial de un presupuesto a partir del cero total tiene hasta ahora muchas interrogantes y muy pocas respuestas.
No ha precisado el Gobierno todavía por dónde va a venir el asunto de este ajuste y a partir de qué o cómo se va a rediseñar la política, porque, obvio, se trata un asunto verdaderamente complejo. No se trata, según ha dicho el Presidente Peña Nieto, , de una simple modificación del presupuesto de egresos, sino de un rediseño integral de ese presupuesto lo cual implica una reorientación política del gasto público.
El presupuesto más allá de un instrumento económico es una herramienta política, porque no es solamente poner el dinero de una cosa aquí y repartir como hacen algunas personas con sus ingresos personales; el gasto obedece a una intención de distribución y de redistribución de la riqueza de un país y eso obedece a un modelo, yo diría, hasta ideológico en el cual una cosa se pone delante de otra.
El Presidente ha dicho «hemos buscado que la estabilidad macroeconómica sea el piso desde el cual podamos adelantar».
Esa estabilidad macroeconómica depende de variables a veces retenedoras; a veces liberadoras del gasto y tienen como finalidad fundamental (esas variables) evitar la inflación, cumplir los compromisos internacionales; en fin, todo cuanto orienta el rumbo de un país: A eso se le ha llamado el modelo económico.
Y cuando el Presidente proscribe una modificación inercial, implica una nueva dirección a la cual empuja la tradición del gasto de las últimas décadas. O al menos hay quienes lo consideran necesario a parir del anuncio.
Pero es esta redefinición presupuestal presagio, preludio o promesa del cambio de “modelo”. Muchos lo dudamos.
Por eso hay quien ya se adelanta y dice: estamos frente al “gatopardismo” financiero (cambiar para seguir igual); no ante la transformación económica. Lo veremos con los días.
El modelo económico es el neoliberalismo globalizado.
¿Ofrece el Presidente cambiar toda esa estructura? Porque cambiar el gasto que es algo medianamente sencillo, cambiar todo lo demás es verdaderamente hacer una revolución, y él vislumbra la evolución del presupuesto con una evolución de la administración pública federal.
Y dice algo inédito (la última vez que lo escuché fue en la entrega de los Oscar): «se trata justamente de construir el gobierno que merecen los mexicanos».
¿Qué quiere decir? ¿Que el gobierno actual no lo merecemos? «Construir el gobierno que merecen los mexicanos» ¿Pues no estamos haciendo esto desde la Revolución?
MICHOACAN
Mantiene Silvano Aureoles, de acuerdo varias encuestas el más alto {índice de conocimiento en Michoacán: 87 por ciento con 61 por ciento de recordación positiva, junto a los 54 por ciento de “Cocoa” Calderón (a quien su hermano le hizo flaco favor con su indeseada presencia en Morelia) quien tiene 75 por ciento de conocimiento general.
Pero eso les significa a ambos una gran dificultad para subir: ya están arriba.
En cambio “Chon” Orihuela, con un conocimiento de 41 por ciento, puede subir en los dos meses de la campaña.
Y claro, conocimiento no implica voto en favor; de ninguna manera.