Con 86 años a cuestas, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) afronta el reto de reinventarse en pleno proceso electoral intermedio. Su capacidad de transformación está a prueba de nuevo, igual que hace 3 años, cuando recuperó la presidencia de la República, luego de dos sexenios panistas.
La fiesta de cumpleaños celebrada en el auditorio Plutarco Elías Calles, congregó a más de 2 mil personas y mezcló a la clase tricolor de antaño con los nuevos cuadros que buscan hacerse de 9 gubernaturas, diputaciones locales y federales así como alcaldías el próximo 7 de junio. Christopher James, hizo un réquiem por la vieja práctica de: “la torta, la matraca y el acarreo”.
A diferencia de los festejos anteriores no acudió el presidente Enrique Peña, aunque estuvo presente en los discursos de los cuatro oradores y su referencia fue reconocida con sendos aplausos. Tampoco fue ningún secretario de Estado. A su dirigente, César Camacho, lo cobijó la plana mayor de su partido: Ivonne Ortega, Emilio Gamboa, Cristina Díaz, Manuel Cota, Ana Lilia Herrera y Diva Gastélum.
El que no pasó lista fue Manlio Fabio Beltrones, coordinador de los diputados priistas. Su ausencia no la pudieron explicar ni sus amigos más cercanos. El hombre que aspira a suceder a Camacho simplemente no estuvo en el festejo y cómo diría el Monje Loco: “nadie sabe, nadie supo”.
Durante la conmemoración se recordó al sonorense asesinado en 1994, el presidente del Consejo Político Nacional, Joaquín Hendricks, quien llevó la conducción del evento, luego de confirmar el quórum y la presencia de los 492 consejeros, llevó al cabo el ritual:
-¡Luis Donaldo Colosio!
-¡Presente!-, respondieron al unísono los asistentes y continuó con su discurso en el que convocó a sus candidatos a recuperar la credibilidad, pues, dijo: “Necesitamos votos, pero más que votos electorales o numéricos, necesitamos votos de confianza, vamos por ellos”.
En el mismo tono siguió el mensaje de Ivonne Álvarez, representante del PRI, para la gubernatura de Nuevo León, que habló a nombre de sus pares, a quienes retó a tomar el desafío de consolidar la transformación del partido y acabar con las inercias del pasado. La regia que se llevó el aplausómetro en la noche de cumpleaños, afirmó: “Vamos a ganar sin guerra sucia, porque en el PRI no la necesitamos”, y cerró su intervención con un gran coro de: “Sí se puede”.
Algunos priistas nos confiaron que el carro completo es pieza de museo; de ahí que su habilidad para manejar y ganar elecciones exige algo más que la disciplina y aporte de sus tres sectores: popular, obrero y campesino, que por años fueron el único canal para hacer política o acceder a un cargo público. La nueva clase política que surgió de la alternancia, tiene claro que el poder omnímodo que acompañó al PRI en sus años de partido único, también forma parte de la historia.
Quizá por ello, César Camacho, durante su intervención, resaltó que: “este momento de incertidumbre y de tensión, demanda decisiones, pero exige compromisos y resultados… éste es el desafío de la política y de los políticos de nuestro tiempo: refrendar nuestras creencias colectivas y afianzar nuestra confianza en México», dijo.
El mexiquense, que llegará a San Lázaro y coordinará su bancada, lanzó el reto: “De cara a esta jornada electoral, que advertimos compleja, retadora; nosotros la debemos convertir en oportunidad” y les recordó: “A los mexicanos nos gusta creer y confiar; creer en nosotros mismos y confiar en los demás; creer para crecer, confiar para prosperar; creer en la democracia y confiar en la justicia social”. En las urnas se reflejará si entendieron el mensaje.
Vericuentos
Lento pero seguro
En el Senado trabajan a todo vapor para sacar adelante las regulaciones en materia de transparencia y anticorrupción. Se espera que martes o miércoles de la próxima semana salga la primera ley, donde hay un 95 por ciento de avance. Relevante papel juega en las negociaciones el coordinador del PAN, Fernando Herrera, quien concilia con los eternos inconformes de su bando y de otros, para que salgan las nuevas normas y no se contaminen por el proceso electoral.
Corral paracaidista
Al belicoso panista, Javier Corral, le dio frío y no atendió a un grupo de mujeres y hombres tarahumaras que acudieron a la sede del Senado a presentar una denuncia por despojo de tierras. Lo acusan de querer quitarles 2 mil 400 hectáreas y de suplantar a los verdaderos dueños de los ejidos San Elías y Santa Elena. La cara la dieron Patricio Martínez y David Monreal. Los raramuris, advierten que lucharán por su patrimonio.
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