Como lo habíamos advertido en este espacio, el ex gobernador de Guerrero, Ángel Heladio Aguirre, opera desde el retiro, no sólo las acciones violentas de la CETEG y sus aliados, sino la sucesión en la entidad. Así lo confirmó el más sólido aspirante de la izquierda a la gubernatura, el senador Armando Ríos Piter.
El joven perredista, al que le gusta que lo llamen “jaguar”, pues dicho felino es distintivo de Guerrero, denunció que su aspiración por la candidatura fue obligada a pasar por: “Acuerdos oscuros… que son los que típicamente se hacen en política. ¿Cuál es el acuerdo oscuro al que yo me refiero en el caso de Guerrero? Tener que acordar con el ex gobernador”, afirmó.
Ríos Piter precisó que la jugada tenía la intención de “tapar” al ex mandatario y que dicho “acuerdo político pasa por encima de la ética” y el no se va a prestar a fomentar las redes de complicidad que tienen al estado y a los guerrerenses en total indefensión, por la colusión entre el crimen y la política.
Abogado y economista de profesión, alguna vez ligado al grupo de Marcelo Ebrard, y que vivió su primera experiencia profesional en el gobierno de Zeferino Torreblanca en 2005, tuvo que renunciar a su proyecto de ser gobernador para el que trabajó por 10 años.
La carrera legislativa del guerrerense comenzó en 2009 cuando resultó electo diputado federal por la coalición del PRD, PT y Movimiento Ciudadano. En 2012, repitió el apoyo de los partidos y llegó al senado en fórmula con Sofío Ramírez Hernández, que paradójicamente lo desbanca de su anhelo, ya que es el gallo de Ángel Heladio Aguirre para la gubernatura.
En la lógica del ex mandatario, es que llegue a Casa Guerrero un representante del pueblo, un “aliado”- una tapadera– diría Ríos Piter. ¿Por qué un “aliado”? Pues Sofío Ramírez es hijo de Emiliano Ramírez, ex policía de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias,
(CRAC) grupo al que Aguirre reconoció legalmente y financia hace años.
Incluso en 2013, a través de su Alfil, Sofío Ramírez, promovió en el senado un punto de acuerdo, del Grupo Parlamentario del PRD, para reconocer a la policía comunitaria con la creación del Subsistema de Seguridad y Justicia Comunitaria y Reeducación para los Pueblos Indígenas de México. El proyecto, nos dicen, se elaboró en la oficina del ex gobernador y fue enviado a Ramírez para su cabildeo, aunque no prosperó la aprobación.
El ex priista, Sofío Ramírez, que se afilió al PRD el uno de marzo de 2011, con la bendición de Los Chuchos, se perfila como aspirante de la coalición PRD, PT, Movimiento Ciudadano a la gubernatura. Aunque no hay que perder de vista a Beatriz Mojica Morga, ex secretaria de desarrollo social, quien aseguró que para finales de este mes: «Habrá candidata del PRD, que enarbole los principios de la izquierda y que no tenga miedo a presentarse ante la población”.
Otro que se frota las manos es el alcalde de Acapulco, Luis Walton, de triste memoria para los habitantes del puerto quienes lo acusan de un pésimo gobierno. Se habla que podría tratarse de un enroque, pues el hijo del ex gobernador, Ángel Aguirre Herrera, busca ser el sucesor de Walton, en Acapulco que representa el 30 por ciento del padrón electoral estatal.
Así las cosas, el escenario en Guerrero se dificulta aún más por las redes de complicidad entre políticos que buscan taparse unos a otros. Muestra de ello, dijo Ríos Piter, es que “la corrupción e impunidad están matando a la gente”.
Vericuentos
Martes 13 para Alfredo Castillo
Gran recepción le preparan al comisionado para la Seguridad y el Desarrollo Integral de Michoacán, Alfredo Castillo, durante su comparecencia ante la Comisión Permanente. A las afueras de San Lázaro, cientos de michoacanos encabezados por el ex alcalde de Tepalcatepec, Guillermo Valencia, harán el suficiente ruido para exigir su salida del estado. ¿Les prestarán oído los legisladores?
Pregunta al Comité de Ayotzinapa
Comentan a esta columna que el vocero de los familiares de los alumnos desaparecidos, Felipe de la Cruz, miente al decir que su hijo está en la lista de los 43. Aseguran que el integrante de la CETEG utiliza el cargo para beneficiar a su organización, tergiversar la lucha de los afectados y sacar provecho.