Osorio Chong dice que las reformas han afectado algunos intereses y le han quitado algo a quienes, por supuesto, han reaccionado ante el riesgo de mucho tener y algo, dejado de tener. Y en estos momentos de dolor, difíciles por los hechos de Iguala buscan el desconcierto, buscan no importándoles las consecuencias, la violencia.
Prácticamente el año político cierra con un discurso pronunciado por Miguel Ángel Osorio, secretario de Gobernación, sobre el cual debemos reflexionar detalladamente. Y el año concluye, en verdad, con una
triple definición, y si mucho presionamos, una cuádruple definición del origen de algunos de los problemas nacionales.
El Presidente de la República, el mes de noviembre, comentó sobre que había ciertos indicios de grupos cuyos privilegios se estaban perdiendo y estarían fomentando, por revanchismo vengativo, una actitud hipercrítica.
Y lo dijo, y quedó escrito, y se comentó en su momento.
Después los secretarios de las Fuerzas Armadas, tanto de la Marina, Vidal Soberón como de la Defensa, Salvador Cienfuegos, comentaron más o menos lo mismo. En un caso, el almirante secretario de la Marina-Armada, quien se llama como ha quedado asentado líneas arriba, señaló su personal ofensa y molestia y coraje, por ver cómo están manipulando en infinitas formas y estilos de protesta ubicua, a los padres de los jóvenes desaparecidos en Iguala.
Ahora, dice más o menos lo mismo, el jefe de la Oficina de la Presidencia, el señor Aurelio Nuño, a quien le hacen una especie de presentación en sociedad muy llamativa para los analistas, a esos quienes ven en cada cosa un indicio.
Hay muchos arúspices. El oficio de Casandra se mete por todas partes, sobre todo cuando no hay información, todo mundo quiere adivinar, todos son presagios, todos son claves de adivinación. Es como la cosa esta de la cábala. Todo tiene un significado.
Entonces ha dicho Aurelio Nuño, la esencia del proyecto del Presidente ha sido democratizar las oportunidades para todos los mexicanos, y esto de las oportunidades tiene relación obviamente con las leyes de telecomunicaciones, con la concurrencia posible con estas nuevas leyes sobre la competencia; con la destrucción de los monopolios, con la existencia de los preponderantes, y sobre eso, vuelve el secretario de Gobernación, Osorio Chong, y dice, las reformas han afectado algunos intereses y le han quitado algo de aquello por muchos años sólo patrimonio de algunos, quienes, por supuesto, han reaccionado ante el riesgo de mucho tener y algo, dejado de tener.
Y en esos momentos de dolor, difíciles por los hechos de Iguala buscan el desconcierto, buscan no importándoles las consecuencias, la violencia. Y nos recuerda el deber del Estado o de las fuerzas del Gobierno, (por donde se expresa la potencia del Estado), consiste en
garantizar la tranquilidad en el país.
Entonces tenemos dos grandes corrientes. O dos realidades. El Gobierno dice, nosotros no hemos incurrido en incompetencia, ni en agravios a los derechos humanos. Somos Gobierno Federal. Nosotros estamos arreglando las cosas originadas y causadas en otros estamentos de la responsabilidad política, y esos elementos políticos están siendo alimentados y están siendo fomentados y estimulados en su queja y en su protesta por grupos afectados por las reformas presidenciales, ya hechas y de futuro asegurado. El gobierno las va a seguir sosteniendo.
Ese es el discurso oficial con el que el Gobierno de la República cierra el año 2014.
rafael.cardona.sandoval@gmail.com