¿Por qué se prende fuego una persona? Pues por una causa perdida o por una causa escondida. Por amar algo por encima del amor a la vida.
Todos tenemos derecho a la teoría cuando no comprendemos la realidad.
Todos podemos acudir al sicólogo, el analista o el terapeuta para conocer la naturaleza de nuestros actos, muchos estamos dispuestos a escuchar en serio a sesudos sociólogos, politólogos o antropólogos, con largas explicaciones sobre cómo funcionan el poder y la vida social.
Vamos al tomógrafo cuando queremos ver lesiones internas o al polígrafo cuando queremos saber la verdad de una conducta cercana al pecado, disimulada en el engaño y la mentira. Acudimos al radiólogo para mirarnos las fracturas de la osamenta y al confesor para saber los dolores de un corazón atormentado, un alma entristecida o un espíritu inquieto.
Además, leemos los diarios, acudimos a los articulistas de mayor prestigio para conocer los detalles detrás de los hechos, pero nadie nos explica mejor la realidad como la realidad misma.
Veamos estas dos noticias y si tenemos la ociosidad para contrastarlas con las explicaciones de Buscaglia, Sigmund Freud o los discursos de cualquier político, pues vayamos adelante. Perderemos el tiempo.
Deliberadamente no incluiré la confirmación de los restos del “Ayotzinapo” joven Mora, cuyas mitocondrias escondidas en la ceniza, permitieron saber a forenses austriacos, parte de la verdad sobre la pira humana de Cocula, Guerrero. De eso ya se ha dicho mucho, demasiado.
Veamos las evidencias de la vida diaria.
“San Cristóbal de Las Casas, Chis.- Agustín Gómez Pérez, un joven de 18 años, se inmoló hoy frente al Congreso del estado para exigir la liberación del dirigente campesino Florentino Gómez Girón, preso por el delito de abigeato, informó Roberto Gómez Girón, representante del Frente Ricardo Flores Magón.
“Familiares y compañeros del joven apagaron el fuego con arena y cobijas; luego, personal de la Secretaría de Salud en el lugar lo trasladó con quemaduras graves a un hospital.
“Gómez Pérez, sobrino de Florentino, se roció con gasolina y luego pidió que un compañero le prendiera fuego con un encendedor a las 16:15 horas. “El decía ‘préndame fuego porque voy por la libertad de mi tío Florentino’”, dijo Gómez Girón.
“Familiares que lo vieron esta noche en el hospital regional de Tuxtla Gutiérrez nos dicen que está entre la vida y la muerte”, aseveró en entrevista telefónica”.
¿Por qué se prende fuego una persona? Pues por una causa perdida o por una causa escondida. Por amar algo por encima del amor a la vida.
Y algo más:
“URUAPAN, 7 de diciembre.- Una joven enfermera reportada como desaparecida desde el 3 de diciembre en el municipio de Uruapan, Michoacán, fue localizada sin vida…. la mañana de este sábado fue localizado el cuerpo de Érika con el rostro desfigurado, pues según los reportes fue desollada.
“Además, su cuerpo presentaba lesiones de arma blanca a la altura del pecho”.
Frente a esos hechos poco nos pueden decir los planes del gobierno para establecer el mando policiaco unívoco y uniforme. Casi nada nos ofrecen las explicaciones sobre el PIB o la devaluación del peso. Mucho menos las explicaciones sobre la desigualdad social como eje y motor de la violencia.
Tampoco podemos escondernos en los planes de la Sedesol ni mucho menos en las lecciones del padre Ripalda.
Sólo nos queda una reflexión ante estas barbaridades tan comunes como horribles: el mundo está lleno de mierda.
rafael.cardona.sandoval@gmail.com