Una vez más la vieja historia de la carreta y los bueyes. En todo caso se debió haber hecho primero la legislación y luego el nuevo instituto electoral cuya función de árbitro hoy flota en la vaguedad.
Una buena forma de paliar los efectos de la crisis de incumplimiento en el Senado es llamar a la concordia. Y eso ha hecho, obviamente, Emilio Gamboa, líder de la fracción priista quien ha dicho como quien pone paz en una disputa de cónyuges:
“El Grupo Parlamentario del PRI en el Senado de la República, no dudará en continuar en la mesa de la reforma político-electoral, con respeto a los avances hasta hoy logrados entre las principales fuerzas políticas representadas en la Cámara alta y que éstos sirvan como ruta para concretar los acuerdos y consensos que produzcan la legislación pendiente”.
Quizá el párrafo anterior no signifique nada en cuanto a la declinación de las actitudes de los otros grupos, pero el desconocimiento de lo pactado se ha convertido en este nuevo sistema de equilibrios, en un pecado mayor.
Recordemos cómo se gestó este desacuerdo y cuáles son las razones por las cuales el PRI no ha querido acelerar en la recta de una ventaja numérica y quiere, eso sí en medio de una madura actitud, buscar consensos, y lograr votaciones por encima de la mayoría simple.
—“Pero si no se puede, saldrán como sea”— dijo alguien cercano al PRI.
El asunto, como todos sabemos, reventó el pasado sábado en medio de las jornadas exhaustivas para una legislación reglamentaria tan necesaria como fatal en cuanto a sus plazos. Si no se dieran estas leyes secundarias los procesos electorales se regirían por los dichos del Cofipe, lo cual revela, por otra parte, una peculiaridad extravagante en la forma de reformar en México. Primero se hizo el órgano y luego el reglamento para ponerlo a trabajar.
Una vez más la vieja historia de la carreta y los bueyes. En todo caso se debió haber hecho primero la legislación y luego el nuevo instituto electoral cuya función de árbitro hoy flota en la vaguedad, pues no sabe cuáles son las reglas por aplicar.
Pero sea como sea, revisemos los hechos del sábado anterior:
La mesa de negociación de la reforma político-electoral en el Senado reventó anoche (Crónica), luego de que el PAN y PRD exigieron rehacer el documento base acordado desde hace más de un mes, mientras que el PRI exigió respeto al trabajo previo, que llevaba un avance de entre 75 y 80 por ciento.?
“En el segundo día de la mesa de negociación —que se llevó a cabo con nuevos integrantes panistas—, tras poco más de hora y media de discusión, los priistas se levantaron de la mesa, al no lograr acuerdo con sus pares del PAN y PRD. De inmediato, estos últimos convocaron a conferencia de prensa conjunta para anunciar la ruptura de la negociación.??
“El perredista Alejandro Encinas señaló que ‘el matiz que tenemos con Acción Nacional es solamente respecto al reconocimiento o no del documento que se había presentado de origen, donde efectivamente nosotros participamos en un proceso de discusiones que, hemos insistido, fue inacabado’”.??
Como se advierte el desgajamiento tiene muchos motivos, pero uno de ellos, sin duda, es la turbación constante en la bancada de Acción Nacional, donde no se sabe quién ata y quien desata. Tampoco es posible pasar por alto el carácter condicionante de esta reforma para avanzar en las siguientes, lo cual —lo llame como lo llame Acción Nacional—, es un chantaje vil. Ese fue su mejor aprendizaje del paso por el Pacto por México.
Y en cuanto al proceso de discusión, donde Encinas advierte “matices” con AN, “no solamente no es un acuerdo consensuado —dice—, sino tiene un buen número de corchetes en los temas fundamentales; omisiones que se habían avanzado en los acuerdos y que no están incorporadas, y unos asuntos que en particular estuvieron ausentes, que son los acuerdos complementarios a los que habíamos llegado en la negociación de la reforma constitucional”.??
En este sentido, el PRD presentó 38 observaciones de fondo y 28 observaciones de forma.??
“En respuesta, en conferencia de prensa, la bancada priista señaló que desde hace un mes se acordó entre las dirigencias del PAN, PRD y PRI, así como los coordinadores parlamentarios en las cámaras de Senadores y Diputados integrar una mesa de trabajo donde estuvieran un representante por cada dirigencia nacional, uno por cada bancada legislativa, un representante del gobierno federal, así como senadores y diputados.
“Esa mesa derivó en un documento preliminar para ser base de la discusión. Y ese acuerdo se ha visto desconocido, y por tanto, desfondado”.
TOMÁS
Uno de los fenómenos más perniciosos para los espectáculos públicos es la reventa. Bloquea, encarece y distorsiona. Pero nunca se había visto algo similar a los hechos de esta semana en Querétaro.
Con motivo de la reaparición del diestro de Galapagar, José Tomás, boletos de 800 o 900 pesos ya se cotizan en la estratosférica suma de 4 y 4 mil 500 dólares. Leyó bien. Hubo quienes en Nimes, Francia, pagaron más de 4 mil euros por una entrada para ver al “monstruo” (bájale, güero).
Está bien, una sola Verónica podría no tener precio, entonces no es el arte quien se lleva la ganancia; es la codicia.
Y además la cantidad de condiciones del diestro es abrumadora. No quiere cámaras de video en la placita de Juriquilla (de TV sería impensable), no quiere personas en movimiento mientras torea, ni ruido; no quiere mujeres con vestidos amarillos o ropajes de ese color de alta superstición en el tendido.
Bueno, ni Madonna. Tomás no se aprieta los “machos”; se pone sus moños.
elcristalazouno@hotmail.com