Quizá después de poner las cosas en su sitio, los puntos sobre las íes y cada chango en su mecate, no necesitará repetir aquello de una ciudad donde la izquierda no tiene dueño, mensaje de hace meses dirigido a Ebrard desde el Auditorio Nacional.
En 1934 James M. Cain escribió un clásico de la llamada “novela negra”, esto es la mezcla del suspenso, el antihéroe, las situaciones extremas entre el delito y el pecado, la investigación, el mundo sórdido de poblachos y moteles, y en ella nos regaló una frase (su título) con la cual podemos entender a veces las oportunidades en la política: el cartero siempre timbra dos veces.
Y hoy el segundo timbrazo le ha sonado a Miguel Ángel Mancera.
Una adecuada investigación, dispuesta con firmeza, sentido común, sin revanchismo político ni cacería de brujas, pero sí con la posibilidad de encender alguna hoguera para los culpables, le devolvería al jefe de gobierno la enorme aprobación de sus tiempos iniciales, no tan lejanos, por cierto, cuando tenía de su lado a casi el 70 por ciento de los electores de la ciudad.
Y de paso le permitiría hacerse del control, absoluto de la vida política, sin el estorbo amenazador de toda la vida: el ex jefe Marcelo, quien fue sembrando de minas el camino del futuro (y ahora actual) jefe de gobierno.
Quizá después de poner las cosas en su sitio, los puntos sobre las íes y cada chango en su mecate, no necesitará repetir aquello de una ciudad donde la izquierda no tiene dueño, mensaje de hace meses dirigido a Ebrard desde el Auditorio Nacional en los tiempos cuando MEC promovía su propia versión del “maximato”.
Como sea los primeros pasos ya han sido dados.
Y la cadena de fallas, truculencias, maniobras y errores provechosos en la construcción de la Línea 12, puede ser —entre otras cosas—oportunidad para probar la capacidad de Mancera.
Si conduce las investigaciones con un criterio riguroso, como cuando era procurador de Justicia, y logra desentrañar la maraña de intereses y negocios cruzados entre constructores de aquí y de allá, proveedores de aquí y de allá y le entrega a la ciudad un resultado confiable, seguro y definitivo, Mancera gozará de toda la confianza de los capitalinos en la víspera de una nueva organización política participativa y con más opciones para los ciudadanos, derivada de su insistencia de reforma del DF para la constitucionalidad de un nuevo estado de la República.
Por lo pronto ya ha caído (es un decir) el operador de la oficina centralizadora de todas las decisiones en torno del “Proyecto Metro”, Enrique Horcasitas. Eso puede significar mucho a ser simplemente una pequeña cortina de humo. Se va para garantizar una adecuada investigación sin obstáculos internos. Ojalá sea así y no se trate nada más de un puente de plata.
“ (A.N.) Enrique Horcasitas, director de Proyecto Metro, también se deslindó de las fallas en la Línea 12 del Metro, pues señaló que quien se encargó de la compra de trenes -presuntamente incompatibles con las vías- fue el propio Sistema de Transporte Colectivo Metro, que era encabezado por Francisco Bojórquez, en la administración de Marcelo Ebrard.
En entrevista para Radio Fórmula con Denise Maerker, Horcasitas habló por primera vez sobre las deficiencias en la llamada Línea Dorada que obligaron a cerrar más de la mitad de sus estaciones.
“Es pertinente informarle que para la construcción de la Línea 12 existen 2 contratos vigentes: uno sobre la puesta en marcha, a cargo del Proyecto Metro, con objeto del equipamiento, ampliación… y un segundo contrato, a cargo de la adquisición de los trenes, del Sistema de Transporte Colectivo Metro”, detalló.
“Reconoció que él tenía la obligación de coordinar el proyecto y sostuvo que hubo una planeación desde hace años”.
Pero apuntó que fue el STCM quien “llevó a cabo la ingeniería básica a través de contrato a un particular”.
“Nosotros nos encargamos de las vías y el tema de la compatibilidad (con los trenes)”, aceptó y refirió que el proyecto fue certificado en octubre de 2012, cuando fue inaugurada la línea.
Y reiteró que el Proyecto Metro “no tiene relación contractual con quien entregó los trenes”.
Sobre si los trenes son compatibles con las vías, dijo que “necesariamente el proveedor de los trenes tiene que tomar esa consideración”. Mencionó que los trenes y las vías deberían ser compatibles pues así está estipulado y certificado internacional.
“El proveedor de los trenes conoció los datos básicos de la vía y era responsabilidad del proveedor considerar estos datos”, agregó (cuando el coordinador del proyecto no tenía ninguna responsabilidad de nada).
“El Proyecto Metro no tiene ninguna relación contractual con el proveedor de los trenes”, reiteró. Añadió que previo a la puesta en servicio la línea era apta para el servicio de los usuarios (después sufrió una mutación genética).
En un momento, Horcasitas comentó que “por supuesto” el problema en la Línea 12 comienza después del 30 de octubre; pero después reculó sobre sus dichos.
“Lo que sucede que el análisis que se ha hecho hasta la fecha, el cual no se ha concluido, es multifactorial, no es un solo tema”, explicó sobre los problemas en la línea.
Actualmente -pese a que las constructoras denunciaron que existe incompatibilidad- Horcasitas aseveró que no tiene un documento que indique que sean incompatibles los trenes con las vías (no tiene documento, la realidad no es un documento).
“Se tendrán que hacer los peritajes para determinar con precisión… el desgaste siempre va a estar en las vías… el tema es multifactorial”, concluyó.