Atendiendo a los hechos relacionados con Oceanografía, Banamex y Pemex, de conformidad con la legislación vigente, toda aquella información relacionada con este asunto debe ser tratada y clasificada como reservada y confidencial.
La presentación de dos funcionarios del gobierno federal, en una sesión de la Cámara de Diputados con tendencia inquisitiva (uno de corte explícitamente político y jurídico, Jesús Murillo Karam, Procurador General de la República, y otro de vocación tecnocrática, Emilio Lozoya, Director de Pemex), permitió una discusión en la cual Lozoya abonó con evasivas argumentos para gozo para los opositores quienes utilizan a modo el caso de Oceanografía, para advertir de la inexorable, extendida, incontenible corrupción (aun mayor) como destino seguro del nuevo sector energético abierto de par en par a la concurrencia de empresas nacionales y extranjeras.
Quizá eso no sea cierto, pero como elemento de argumentación en el debate parlamentario de la legislación secundaria por venir, es cierto.
Alguien dijo en la radio: por fin Lozoya logró aumentar las reservas de Pemex: reservó por sus pistolas toda la información de “Oceanografía” bajo la sombrilla del proceso judicial y los diputados lo tundieron.
Vea usted este relato:
“… Es importante señalar —decía Emilio Lozoya— que atendiendo a los hechos relacionados con Oceanografía, Banamex y Pemex, de conformidad con la legislación vigente, toda aquella información relacionada con este asunto debe ser tratada y clasificada como reservada y confidencial, por lo que en ese sentido debe ser manejada por las partes involucradas con el sigilo y secrecía que la ley prevé, de la cual están obligados por su condición jurídica”.
A esa actitud vinieron revires de esta dimensión:
“… En las rondas de preguntas, Juan Bueno Torio (PAN), ex director de Pemex Refinación, intervino para pedir que la investigación ‘tope donde tope’, pero ‘sin tintes partidistas’”.
“Mientras, el vicecoordinador de Movimiento Ciudadano, Ricardo Mejía Berdeja, planteó que el caso ‘Oceanografía’ no debe terminar en escenografía y que la investigación sirva sólo como ‘fachada para que vengan los contratistas del nuevo régimen, con asignaciones jugosas’”.
“Tanto Mejía Berdeja como el perredista Mario Cuevas definieron que durante dos sexenios las irregularidades de Oceanografía fueron encubiertas. En 12 años, precisaron, operó un grupo de ‘delincuentes de cuello blanco que dirigía Vicente Fox’, pero la PGR cerró el expediente, a pesar de las abundantes pruebas del enriquecimiento de los familiares del ex presidente”.
“Carlos Angulo Parra (PAN) rechazó que este hecho se reduzca a un conflicto entre particulares, porque, argumentó, no pudo haberse cometido el supuesto fraude sin una ‘colusión Banamex-Pemex-Oceanografía’”.
“Su compañero de partido Juan Francisco Cáceres preguntó cuándo comenzó el presunto fraude, ‘porque parece que la corrupción empezó hace 12 años. ¿Cómo es posible que con unos contrarrecibos, Oceanografía obtuviera los créditos? ¡Alicia en el país de las maravillas!’, exclamó”.
Ante esta situación Jesús Murillo salió bien librado, pues su procuraduría ha descubierto los fraudes; intervenido las empresas y en combinación con el Sistema de Administración Tributaria, Infonavit, el Seguro Social y la Comisión Nacional Bancaria ha abierto la tapa de la cloaca (llamarle Pandora al estercolero sería ofender a la criatura de Zeus cuyo arcón escondía los horrores del mundo) y sin su participación decidida, todo esto seguiría sepultado bajo la helada losa de la complicidad o el silencio.
El problema ahora es para Pemex. ¿Cómo hacer para borrar la impresión —justa o injusta, pero defendida a, pulso—, de una protección extemporánea desde dentro de la misma empresa para sostener en secreto (la palabra secrecía no existe) contratos y procedimientos administrativos cuyo condición los asemeja a quien le tiene la pata a la vaca mientras otro la degüella?
MUJERES
El grupo M-11, organización femenina presidida por Gabriela Rodríguez, Oficial Mayor del gobierno municipal de Cancún (Benito Juárez), realizó ayer una sesión de trabajo para analizar el futuro posible de la nueva legislación por la cual la mitad y la mitad de las candidaturas corresponderán en igualdad a hombres y mujeres.
“Mujeres 11”; Veracidad, Equidad, Vinculación, Cooperación, es su lema, invitó a un panel al senador Miguel Ángel Chuico, de la Comisión de Reforma del Estado; Elsi Sarabia, diputada yucateca en representación de Ivonne Ortega, ex gobernadora de Yucatán y secretaria general del PRI; Rosario Ortiz Yeladaqui, Oficial Mayor del Gobierno del Estado, y la especialista en temas de la mujer, Clara Scherer, para debatir acerca de los alcances de este cambio de modelo en la participación femenina en la política.
El panel fue coordinado por este redactor. Ya le contaré.