Se quiera presentar así o de otra manera, pero el neosistema priista ha cancelado doce años de complicidad entre el gobierno y al menos esta organización criminal como lo hemos dicho sin ninguna originalidad ni patente, no es posible la supervivencia prolongada de capo cualquiera, sin la protección de una o más agencias gubernamentales.

Como es de todos conocido, el sistema de operación de los grupos delincuenciales, especialmente los de alta especialización y complejidad como el narcotráfico se basa en la rapidez para sustituir a sus organizadores. En esas condiciones el relevo se puede dar de formas simples o complejas, con violencia o sin ella, pero bajo un impulso inevitable: la velocidad. El negocio, como el consumo, es cosa de todos los días.

Por eso la segunda (o tercera) captura de Joaquín Guzmán Loera debe comprenderse bajo la única explicación creíble, la versión de El Mayo Zambada, quien le explicó a Julio Scherer el misterio de la sustitución. A mí me pueden temer, encarcelar o matar, decía, palabras más, palabras menos, o colgar en la plaza para escarmiento pero inmediatamente habrá cientos disponibles para ocupar mi lugar.

Los capos del narcotráfico y en general del crimen organizado logran organizaciones perdurables precisamente por esa condición administrativa de las responsabilidades de cada quien. Dos son sus elementos indispensables: la rentabilidad y la disciplina. La primera, permite la compra de la segunda, y si no fueran suficientes los estímulos entonces opera el código del miedo.

Los errores y las traiciones se pagan con la vida. Y si la falla o la deslealtad son nocivas para la organización, familiares, amigos y cómplices también mueren.

Por lo pronto, el gobierno debe disfrutar el ángulo más notable y rentable de esta captura cuya importancia, como decíamos ayer, no tiene relación con una nueva estrategia de combate al delito pues hoy no son los cárteles su preocupación fundamental si no, como ya se ha dicho, la insurrección michoacana, la complejidad guerrerense; el aumento brutal del secuestro y en general la recuperación de las capacidades institucionales en el dominio del Estado sobre sus propios componentes, la seguridad, el territorio y la sociedad.

Se quiera presentar así o de otra manera, pero el neosistema priista ha cancelado doce años de complicidad entre el gobierno y al menos esta organización criminal como lo hemos dicho sin ninguna originalidad ni patente, no es posible la supervivencia prolongada de capo cualquiera, sin la protección de una o más agencias gubernamentales. Sin el auxilio de la policía ya sea municipal, estatal o federal, ninguna de estas organizaciones habría crecido.

Ésa es la razón del daño profundo, al margen de la salud, causado por la asociación impura de quienes deben combatir el crimen y terminan como aliados, protectores, socios o encubridores de aquellos a quienes debían combatir, pervirtiendo la función exclusiva del Estado, la garantía de seguridad pública.

Hoy el presidente Enrique Peña, puede decir sin ufanía vana pero con certeza: en este gobierno no se practica ni la protección ni la complicidad. Una nueva fuga de Guzmán Loera resultaría en este gobierno imposible así lo llevaran como a Edmundo Dantés al castillo de If. La única manera para El Chapo de ver el sol por una ventana distinta a la de su ergástula en Almoloya sería por insistencia de los Estados Unidos y su afán de extradición, caso ahora muy remoto pues no entrega el cazador su mejor presa así se trate de quién le ayudó a cobrarla.

La actual utilidad de Guzmán para ambos gobiernos es muy simple: lo van a perforar como si fuera el nuevo Cantarell y le van a sacar hasta la última gota de información. Ése es el elemento primordial de cualquier sistema de inteligencia como éste cuyos frutos ahora vemos. Sin la obtención de un simple número telefónico, no hubiera sido posible desentrañar la maraña de guaridas, túneles y departamentos en el noroeste de México. Como ocurrió con Pablo Escobar Gaviria, el teléfono fue la ruta para llegar al hombre.

En una labor de inteligencia cuenta tanto una marca de cigarrillos como el conocimiento de una enfermedad. Se rastrean cajas vacías de medicamentos para la psoriasis, como en el caso de Abimael Guzmán o se georreferencian los aparatos celulares o satelitales. La inteligencia se despliega, fortalece y aplica mediante fríos ojos tecnológicos. Los buscadores, las computadoras, los sistemas de detección remota, los satélites y demás recursos no son sobornables. Puestos en manos de quien los debe y sabe usar, son omnipresentes e implacables como nos advirtió, en otro sentido, el profeta de mil novecientos ochenta y cuatro George Orwell, cuyo “gran hermano” hoy se llama Google, Apple, Facebook y demás, por no mencionar aquí los recursos de detección de cuya potencia militar apenas saben en Washington o Langley.

TURISMO.

Fue inaugurado ayer el XII Foro Nacional de Turismo en la ciudad de Mérida, Yucatán. Originado en dos mil dos en Cancún, por iniciativa del cronista y promotor Fernando Martí, este foro ahora también itinerante fue abierto por la secretaria de Turismo, Claudia Ruiz Massieu en representación del presidente Enrique Peña.

Con su tendencia al cambio de sede, el XIII foro podría realizarse el próximo año en la ciudad de México o en Guanajuato.

Author: Rafael Cardona

Rafael Cardona

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