Muy al principio del gobierno un alto funcionario del sistema de seguridad nacional, con la colaboración de la Secretaría de Relaciones Exteriores y la embajada de los Estados Unidos solicitó sendas reuniones con los jefes de estación de la Agencia Central de Inteligencia.

Los americanos acudieron a una oficina del Paseo de la Reforma (muy cerca de la Binacional por cierto), y en ella escucharon algo ahora revelado por el secretario de Gobernación durante su asistencia al Senado de la República el viernes: señores, las reglas han cambiado.

Miguel Ángel Osorio lo dijo así en su comparecencia ante los senadores de acuerdo con la información ahora divulgada:

“Al comparecer en el Senado (La jornada) y a pregunta expresa del legislador Armando Melgar, del PVEM, el titular de Gobernación expuso que durante el sexenio pasado los representantes de esas agencias estadunidenses “estaban acostumbrados” a tener acceso directo a sus pares mexicanos sin seguir protocolos y sin que el gabinete de seguridad estuviera enterado.

“Ni siquiera se conocían los nombres de los agentes de Estados Unidos acreditados en México, dijo, e hizo notar que ante ello informaron a las autoridades de ese país que “las reglas cambiaban”.

“Osorio Chong reconoció que fue un momento “complejo, difícil, porque esas agencias estaban acostumbradas a tener acceso a diferente información”, pero debieron entender que las cosas cambiaban con el nuevo gobierno.

“Se estableció un conducto único, que fue la Secretaría de Gobernación”, lo que se reafirmó después, cuando pasaron a la dependencia las funciones de seguridad pública”.

Lo anterior no hace sino comprobar muchos de los textos publicaos a lo largo de los años recientes en esta columna y otros espacios: la sumisión y la gozosa dependencia, la orgullosa dependencia, podríamos decir, de los gobiernos panistas fue una asunto de verdadero escándalo lo sigue siendo a pesar de ese cambio de reglas.

Apenas hace unos días todos, sin ser procuradores dela República ni magistrados de la Corte, la brutal presión para tratar a la judicatura mexicana como una veleta en el caso de Caro Quintero por cuya inocencia no apuesto un adarme, pero sí lo debería poner en la mesa por la independencia de la justicia mexicana (si tal cosa existe).

A fin de cuentas Enrique Camarena Salazar era uno de esos espías protegidos por la alcahuetería de los servicios mexicanos, siempre depuestos a facilitarle las cosas a los gringos. Era, con toda seguridad alguien capaz de caminar como Pedro por su casa, tal y como lo describe Osorio Chong: “estaban acostumbrados” a actuar sin mayor protocolo; límite o barrera.

El recientemente fallecido catedrático y especialista en asuntos internacionales, sobre todo binacionales, Mario Ojeda, uno de cuyos momentos de esplendor fue en la Dirección de “El Colegio de México”, decía sobre México y Estados Unidos:

“Estados Unidos reconoce y acepta la necesidad de México a disentir de la política norteamericana en todo aquello que le resulte fundamental a México, aunque para los Estados Unidos sea importante, mas no fundamental. A cambio de ello México brinda su cooperación en todo aquello que siendo fundamental o aun importante para los Estados Unidos, no lo es para el país».

Si tal tesis es cierta México ha logrado cambiar las reglas del juego, como dice Osorio, lo cual no significa ganar el juego.

México y lo expone con claridad el embajador Jorge Montaño no podrá nunca ganarle una a los Estados Unidos. Podrá –como los buenos porteros, atajar algunos tiros a gol, pero de ellos son el estadio y el juego mismo. Muchos de estos asuntos deberían ser analizados más a fondo por nuestros especialista “políticamente correctos” cuya piel suda, exuda y transpira “democracia”, siempre y cuando ésta se entienda como la fervorosa semejanza al sistema americano donde nuestros políticos estudian o trabajan una vez abandonado el poder.

La Roma de nuestro tiempo aun domina el mundo. Y a nosotros, más aun.

REELECCIÓN

Para muchos esta noticia es la mejor si entre sus aspiraciones se encuentra la repetición del doctor Raúl Plascencia Villanueva en el cargo de Comisionado Nacional de los Derechos Humanos. Para otros significa todo o contrario. El tiempo dirá si en el resquitado del año próximo esto jugó algún papel, relevante o no.

“El presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), Raúl Plascencia Villanueva, fue electo (7 de noviembre) titular de la Federación Iberoamericana del Ombudsman (FIO).

“En un comunicado, el organismo dio a conocer que la elección de Plascencia Villanueva fue por unanimidad durante la celebración en San Juan, Puerto Rico, de la XVIII Asamblea General de la Federación”.

Como todo mundo sabe esa asociación eta constituida por está constituida por (OEM) “Andorra, Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, España, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Portugal, Puerto Rico, Uruguay y Venezuela y cerca de 100 instituciones estatales, provinciales o de comunidades autonómicas de los países miembros” cuya finalidad es “ promover la cooperación, el intercambio de experiencias y el fortalecimiento de la institución del ombudsman», o de la “ombudsfem”, si hablamos de casos como el de la CDHDF.

Author: Rafael Cardona

Rafael Cardona

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