Quizá hubiera sido mejor no preguntarle.

Su actitud siempre afable se ensombreció cuando dijo simplemente, “se estrellaron contra un cerro. Apretó la quijada y cerró los puños”.

Manuel Mondragón, Comisionado de Seguridad Nacional, guardó silencio y tras aflojar la mandíbula comentó, “iban en estricto y preciso cumplimiento del deber. Iban a salvar vidas, a ayudar, a darse a los demás y…”

Después confió la dificultad para el rescate de esos cuerpos despedazados; del traslado de “La pintada” (o sus inmediaciones) para rendirles el homenaje efectuado ayer en el Centro de Mando de Iztapalapa.

La muerte de estos cinco elementos de la Policía Federal; es un símbolo pero también es una prueba. Significa la capacidad de entrega de los cuerpos de seguridad en el cumplimiento del trabajo (“para servir y proteger nacimos…”, dice su himno) y por la otra demuestra la capacidad institucional para enfrentar desastres por encima de las críticas de políticos oportunistas y otros sembradores del caos.

No ha faltado quien; en el extremo de la mezquindad, haya dicho de los altos funcionarios del gobierno (Peña, Osorio, Mondragón) , “se van a lucir para la foto” en las zonas del desastre, lo cual es además de impreciso, injusto.

En esa línea se inscriben las críticas, por ejemplo, del diputado Manuel Huerta Ladrón de Guevara (PT), quien ha responsabilizado en acre tono al Presidente Peña de toda la calamidad ocurrida y lo ha acusado de falta de empeño en el trabajo y ha exigido la comparecencia del secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio, para informar sobre asuntos ahora en marcha, como es evidente.

Las críticas de Huerta se hicieron por dos vías. Una en la Cámara misma y otra frente a las cámaras en el programa de televisión “Desde el Congreso”. Este es, además, el texto oficial de su partido en torno de estos señalamientos:

“El diputado federal por el Partido del Trabajo (PT), Manuel Huerta Ladrón de Guevara, exhortó al titular del Poder Ejecutivo Federal, al Consejo de la Judicatura Federal, a los Órganos Constitucionales Autónomos y a las Cámaras del Congreso de la Unión, para que presenten en un plazo de quince días un programa de austeridad y racionalidad en el ejercicio de las funciones que les corresponden, con el objeto de reestructurar el gasto público en el ejercicio del 2013 y orientar recursos para subsanar los estragos que dejó el paso de los fenómenos naturales “Manuel” e “Ingrid”.

“Tras el informe rendido por el gobierno federal sobre los daños causados, se percató de la gravedad de la situación puesto que apenas el día de ayer (23) pudieron llegar directamente a la parte alta de la montaña de Guerrero, a los municipios de Metlatónoc y Cochoapa, es decir, después de ocho días en que se declararon las lluvias más fuertes. Sin embargo, es necesaria información más detallada, por lo que insistió en que el Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, comparezca ante el pleno de esta Cámara”.

En esa misma emisión se manifestaron voces solidarias hacia los agentes federales muertos y se reconoció plenamente la labor de las Fuerzas Armadas en cuanto a la atención del desastre.

Los agentes, como se sabe, iban de Acapulco a “La Pintada”, en Atoyac, para llevar víveres. Regresaron para repetir la operación y fue entonces cuando se perdió toda comunicación con el helicóptero.

Su búsqueda duró hasta el sábado cuando fueron localizados en torno de la aeronave hecha pedazos.

Murieron los capitanes Enrique Briseño Martínez, de 57 años, y Desiderio Rosado Zárate, de 43 años, piloto y copiloto, respectivamente, así como el mecánico de vuelo José Ramón Peláez Prado, de 37 años, además de los elementos de operaciones especiales Isaac Escobar Bustamante, de 32 años, y Julio César Zarco Castro, de 29.
Quizá las diferencias políticas deberían dejarse para otros momentos. Negar la responsabilidad del equipo presidencial en este enorme despliegue de asistencia resulta ingrato. Muy ingrato.

O quizá la acrimonia provenga del hecho insólito de ver a las tropas en Atoyac y sus zonas vecinas, en el ejercicio de auxilio hacia la población afectada, y no como en años anteriores persiguiendo guerrilleros escondidos en lo intrincado de la sierra.

GOLPAZO

El amparo concedido a Elba Esther Gordillo confirma muchos de los dichos en voz baja desde su consignación y la debilidad de los argumentos federales para proceder en su contra.

Hoy comienza un litigio interinstitucional, la Procuraduría General de la República contra el Poder Judicial (o parte de él), todo lo cual no es un buen augurio para la acción más espectacular del gobierno desde su vertiginoso arranque hace ya varios meses en el marco de las reformas y más reformas.

“La Procuraduría General de la República (PGR) impugnará la decisión del juez Cuarto de Distrito de Amparo en Materia Penal en el Distrito Federal, Francisco Javier Sarabia Ascencio, quien concedió tres amparos a Elba Esther Gordillo, ex presidenta vitalicia del sindicato magisterial.

“Este martes se dio a conocer que el Poder Judicial de la Federación concedió tres amparos a favor de la maestra ante deficiencias procesales en que habría incurrido la PGR, las que “incluso vulneraron su derecho al debido proceso, por lo que se tendrán que reponer las fallas”.

“Deficiencias procesales” es una forma elogiosa de decirles, puras chambonadas saber hacer.

Author: Rafael Cardona

Rafael Cardona

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