Era temprano. Las calles del centro estaban todas cerradas y gallardos, enhiestos, firmes y alineados, los cadetes del H. Colegio Militar (la H es importante) flanqueaban el gran pasadizo por donde habría de llegar, horas después el Señor Presidente de la República, el licenciado Gusto Díaz Ordaz a rendir su último informe de gobierno, ensombrecido por los hechos ni muy lejanos de Tlatelolco.
En el casi vacío Salón de Plenos de la Cámara de Diputados de Donceles y Allende, silencioso y enfundado en una chamarra de cuero olorosa a campo bravo, un hombre miraba la tribuna con el sombrero encima de los muslos. El cuello poderoso de años atrás aun no había sido vencido por el tiempo. Los ojos verdes eran sulfúricos. La mirada pesaba como una losa y si se lo proponía como una injuria.
–Buenos días, dijo el joven reportero.
–Buenos días.
–Perdone, ¿usted es el señor Gonzalo Santos?
–Sí, ¿qué quiere?
Nada, sólo saludarlo. Llegó usted muy temprano. “Usted también” dijo seco y severo.
Por un lado del cierre metálico de la chamarra, Don Gonzalo dejaba asomar la cacha de una .45.
–Me gusta llegar temprano para evitarme empujones y peloteras, ¿sabe? Este lugar me trae recuerdos”.
–Don Gonzalo, le pregunté después de una charla sin sustancia, ¿es cierto que el reglamento del Congreso prohíbe armas de fuego en el salón de plenos?
–Si es cierto…
–Pero usted…
–Yo, dijo con la mirada de fuego mientras sobaba el nácar del arma, yo soy yo”.
–¿Y si le piden que se desarme?
–P’os mejor que no me lo pidan…
El encuentro anterior, hace ya tantos años, viene a la memoria ahora cuando la Cámara de Diputados, sede del Congreso General de la Nación es una muestra de la enorme debilidad del Estado. De la festividad presidencial de antaño, con todos sus excesos, pasamos al desdén, después al acoso y ahora a la expulsión.
El presidente primero fue interpelado sin motivo. Después arrinconado sin provecho y hoy alejado sin mérito ni utilidad republicana. Del indeseado “Día del Presidente”, con todos sus fastos y excesos, pasamos al “Día de la valla, del granadero, de la pedrada”.
Y al escribir esa palabra recuerdo a Carlos Pellicer y sus bellos versos: “…imaginad una pedrada sobre la alfombra de una triste fiesta…”
Pero la triste fiesta de unos es el júbilo de otros. Los manifestantes y sus patrocinadores, quienes han hallado en este pretexto de la evaluación educativa una oportunidad para estrangular a la ciudad de México y quedarse como dueños del presupuesto educativo de Oaxaca con un gobernador sumiso, confundido y torpe, ya dislocaron el funcionamiento institucional.
Imposible desvincular sus acciones de otras expresiones de rebelión sediciosa. Los ejércitos voluntarios, las guardias comunitarias, los soldados secuestrados, la aglomeración de «buenas causas» en el visible afán de obstruir al gobierno en todo y por todo, no permiten ofrecerle a los maestros de eterna protesta ningún grado de confianza social.
Cuando esta tarde Miguel Ángel Osorio Chong, secretario de Gobernación se presente en San Lázaro para dejar un documento con el informe del estado nacional, lo hará casi como su fuera un correo entre las líneas enemigas.
Una especie de Miguel Strogoff, con toda su cauda aventurera según nos relató hace muchos años el gran Julio Verne. Pero a este Miguel nadie lo dejará ciego como el emisario del zar.
Bastante claras deben estarse viendo las cosas por venir en Bucareli y de ello sabremos cuando el presidente Enrique Peña nos diga en su inminente mensaje con motivo del primer año de gobierno (así no se hayan cumplido los 12 meses solares), cómo se cambiará el rumbo nacional frente a las provocaciones y desmanes de tantos y tantos.
En ese sentido destacan en la semana ya ida las quejas presentadas en la Procuraduría General de la República contra los vándalos y las otras, en la CNDH, contra la autoridad capitalina por “omisiones” en el cumplimiento de su deber protector hacia los ciudadanos.
No se sabe bien a bien cuáles serán las acciones definitivas del Ombudsman nacional en cuanto a las “omisiones” o acciones no cumplidas del jefe del Gobierno, Miguel Ángel Mancera, pero
cabe hacer notar la pluralidad de las acciones de la CNDH, pues durante una reunión en Querétaro promovida por la Universidad Anáhuac (la misma en la cual Jesús Murillo instituyó la tolerancia como acción política del gobierno fuerte, frente a la represión como característica de un gobierno débil), Raúl Plascencia, informó sobre investigaciones similares en cuatro estados de la República febles en el control del problema magisterial y sus consecuencias. Chiapas, Guerrero, Tabasco y Oaxaca.
“… el peor mensaje que se puede enviar a la sociedad –dijo–, (es) de que se pueden cometer delitos y que la autoridad no haga nada”.
Pero sean cuales sean las acciones futuras de la Comisión –al menos en cuanto al uso de las armas y la legitimidad de la violencia,– no podrán ser muy distintas de la convicción de la CNDH expresada en el lejano 2006 y presente en estos tres puntos de su recomendación de entonces:
“PRIMERA. Giren las instrucciones necesarias para que se capacite y evalúe periódicamente a los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley en los temas del uso de la fuerza, incluidos los del servicio pericial, autodefensa, primeros auxilios, técnicas de detención, sometimiento, aseguramiento, persuasión, negociación, mediación, comportamiento de multitudes, solución no violenta de conflictos, medios técnicos que limiten el empleo de la fuerza y de las armas de fuego, manejo de estrés; y que además se impartan nociones básicas de derecho penal, administrativo y Derechos Humanos.
“SEGUNDA . Giren las instrucciones necesarias para que a los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley se les proporcione el equipo adecuado de acuerdo a la naturaleza de cuerpo policiaco y de las funciones que realicen, y ello les permita hacer un uso escalonado o gradual de la fuerza y de las armas de fuego, además se les capacite y adiestre en su manejo y únicamente se les autorice a portar dichas armas después de acreditar las evaluaciones correspondientes.
“TERCERA. En los casos en los que las personas sean lesionadas o pierdan la vida como consecuencia del uso de la fuerza y de las armas de fuego por los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley, se investiguen y se determinen las responsabilidades legales que resulten procedentes y, de ser el caso, se reparen los daños causados.
“De igual forma, se investiguen y determinen las responsabilidades legales que procedan por los actos y omisiones violatorios a los Derechos Humanos cometidos por peritos y agentes del Ministerio Público”.
Vista así resulta cosa sencilla.
Pero los hechos mexicanos no se distinguen demasiado de los ocurridos en otros países, excepto por la foma decidida como en otras partes se abordan.
Mientras aquí nos acogotan los “maestros” de la CNTE por la nimiedad de una evaluación tan elástica como un liguero, en Colombia, la nación de los recurrentes “bogotazos”, las respuestas se asumen firmes en verdad.
“(El tiempo).- En una declaración transmitida en la mañana de este viernes (30), el presidente Juan Manuel Santos rechazó los actos vandálicos que caracterizaron la protesta de este jueves en todo el país y anunció que para evitarlos ordenará la militarización en cualquier región que sea necesario.
“El Jefe de Estado advirtió:
«Ordené la militarización de Bogotá y así lo haré en cualquier sitio y zona que sea necesario».
“Y añadió que también dio la orden para que se «destinen 50 mil hombres de las Fuerzas Militares para que trabajen con la Policía en la movilidad de las carreteras». Esto quiere decir, el 20 por ciento de las Fuerzas Militares.
“Sobre este punto, el alcalde Gustavo Petro aseguró este viernes que le solicitó ayer al Gobierno Nacional el apoyo del Ejército a la Policía en la capital. De hecho, se han desplegado en la ciudad 8 mil 500 hombres del Ejército”.
–A los grandes males, lo grandes remedios.
–¿Los grandes “remedos”?
–No; remedios, sordo.
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A quien lo dejó indiferente la cancelación del viaje presidencial a Turquía fue al caricaturista Antonio Garci Nieto quien se apresta a viajar a Estambul para recibir el premio del «Aedyn Dogan International Contest».
El premio viene dotado con 5 mil dòlares serà entregado el pròximo 26 de octubre.
En este concurso, en su trigèsima edición –me dice Pedro Sol–, participan cientos de trabajos de caricaturistas de los cinco continentes.
Muy bien.