La tragicomedia del Partido Acción Nacional (PAN) parece no tener fin. Sus actores principales se empeñan en seguir con la técnica del ventilador y salpicar a quien se deje con todo tipo de material. El espíritu humanista de su doctrina fue desplazado por el insulto, la avaricia y rapacidad por el dinero. Ernesto Cordero, Jorge Luis Preciado, Gustavo Madero y sus allegados se han dedicado a realizar política panfletera.

A nadie le importa el partido y eso preocupa a sus militantes de cuna azul, como la senadora Luisa María Calderón, quien se ha pronunciado por la vía del diálogo para que Acción Nacional supere las divisiones. En efecto, se requiere de un árbitro neutral que ponga orden y convoque a la conciliación entre maderistas y calderonistas; por ello se integró una comisión de conciliación conformada por Pilar Ortega, Gabriela Cuevas, Octavio Pedroza y Juan Carlos Romero Hicks.

La atomización a la que ha llevado Gustavo Madero al PAN preocupa a panistas y externos. Al respecto, el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, dijo: “es un tema que preocupa, más allá del Pacto por México, es necesario que haya un partido estable y equilibrado, estoy seguro que pronto se va a lograr». Ojalá tenga boca de profeta, pues las elecciones del próximo 7 de julio podrían pasarles la factura de su confrontación y relegarlos políticamente en varios estados.

Ernesto Cordero, dicen algunos panistas, no actúa de mutuo propio; ejecuta las órdenes de su alter ego, Felipe Calderón, y para ello utiliza a otros dos incondicionales: Javier El Kid Lozano y Roberto Gil, a quienes acusan de falta de tacto político y de experiencia en manejar los asuntos partidistas, así como seguir un plan faccioso que tiene como objetivo hacerse de la dirigencia del PAN a costa de lo que sea. Al parecer hasta del propio partido y su doctrina.

Un ejemplo claro de cómo se conduce el ex mandatario Calderón, y replica ahora, es lo que le hizo a Manuel Espino, ex panista y ex dirigente nacional del PAN en 2007, al ejercer su poder presidencial y provocar la salida de Espino para colocar a su incondicional, Germán Martínez Cázares, que fue relevado en 2009 por el cuestionado y honesto César Nava, entonces secretario particular de Felipe, tras la aparatosa derrota en la elección de diputados federales. La tendencia natural de Calderón, a la bravata y a la imposición, es conocida y padecida por sus más cercanos, a quienes hace sentir su estilo autoritario.
A decir de los panistas consultados, lo más sano para el partido sería establecer primero una tregua mientras pasan las elecciones de julio 7; segundo, desarrollar mecanismos de conciliación y buscar hacia agosto próximo un relevo temporal en la dirigencia que conduzca a buen puerto la elección del nuevo presidente del PAN en diciembre próximo. Incluso manejan nombres como el de Santiago Creel, Luis Felipe Bravo Mena y candidatean a uno de los cinco ex gobernadores que constituyeron el movimiento “Panistas por México”, que busca recuperar la confianza de ciudadanos y militantes. Aquí la lista: Fernando Canales, Fernando Elizondo, Ernesto Ruffo, Carlos Medina y Alberto Cárdenas.

La gran pregunta es: ¿Gustavo Madero estaría dispuesto a ceder la plaza para que su partido recupere su esencia, principios y solidez política? Se aceptan apuestas. Está claro que la intromisión de Felipe Calderón, a través de sus peones, desató la ira del chihuahuense llevándolo a cometer errores, como el de nombrar a Jorge Luis Preciado coordinador de la bancada panista en el Senado, privilegiando la incondicionalidad sobre la capacidad de mediar, negociar y operar en momentos clave en que se discuten reformas de gran calado para el país.

Los panistas califican esta decisión como “un grave error” que pudo haberse evitado, pues había en el menú hombres probados en el ámbito legislativo, como el senador Héctor Larios, que ha dado muestras de liderazgo en otras legislaturas y hubiera obtenido el apoyo de los 38 senadores de la bancada. Sin embargo, aseguran que Madero se condujo con el hígado y la confrontación y división en los legisladores no tiene vuelta de hoja.

Como hemos observado, la pelea va: por el dinero, el control del partido y la interlocución con el gobierno. Veremos en los próximos meses si el Titanic en que se ha convertido el blanquiazul naufraga o sale flote. Por lo pronto, los militantes de diferentes niveles buscan al relevo de Gustavo Madero y que cumpla con los siguientes requisitos: a) Recuperar el prestigio y respeto del PAN y entre los panistas. b) Un estratega que cohesione entorno al partido y no a los grupos. c) Un líder que sepa comunicar, que transmita reclamos y propuestas. d) Un dirigente con ideas concretas y sólidas no sólo en materia electoral, sino para formar cuadros vinculados a la sociedad, programáticos.

Si alguien conoce a la persona que cubra el perfil, favor de hacer llegar su currículum al CEN del PAN. Los más audaces andan convenciendo a Josefina Vázquez Mota para que se lance por la dirigencia; dicen que arrasaría. ¿Les dará el sí? De nueva cuenta se enfrentaría con Ernesto Cordero, el peón de Calderón, que a decir de panistas destacados no representa, ni empoderaría a la militancia, sino a los líderes de ciertos grupos que sólo utilizan al partido y a las bancadas para sus propósitos. Lo único cierto es que en este juego de vencidas los panistas están arriesgando todo su capital político.

Vericuentos

¿Desaparecidos por el Heaven?

No hay plazo que no se cumpla y para el procurador capitalino, Rodolfo Ríos, las horas están contadas. Su jefe exigió resultados y no los hay. No aparecen los 12 jóvenes originarios de Tepito, secuestrados en el bar Heaven, y esto ha generado para Miguel Ángel Mancera una crisis de gobierno. Problema al que contribuye el vocero de la procuraduría, Ricardo Nájera, quien se ha distinguido por su mala relación con los medios de comunicación y los reporteros, a grado tal que ni las llamadas toma. Bueno, hasta su epitafio laborar ya pronunció: “yo ya soy ceniza y las cenizas no vuelven a arder”. ¡Sopas!

Bono educativo

La apuesta por la educación se refleja en la sociedad y es necesario fortalecerla para ganar la batalla a la impunidad. Por ello, la senadora Ivonne Álvarez firmó un convenio con 21 instituciones educativas públicas y privadas de Nuevo León para otorgar becas. Se apoyará a jóvenes que no cuentan con recursos económicos suficientes para cubrir en su totalidad la colegiatura y tengan un excelente desempeño académico. Ejemplos como éstos se deberían replicar en otras entidades donde la deserción escolar es muy alta.

Author: Rafael Cardona

Rafael Cardona

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