Por: Guillermina Gómora
Batalla frontal inició ayer el gobierno mexicano contra este flagelo que cobra vidas cada día y que afecta a más de 13 millones de personas. El México amargo sobre el que escribió el periodista Manuel Mejido, allá por los años setenta después de haber recorrido el país, lamentablemente sigue vigente. Aún mujeres, hombres y niños no tienen qué llevarse a la boca o subsisten con lo básico. Por ello cobra relevancia la Cruzada Nacional contra el Hambre, puesta en marcha por el presidente Enrique Peña.
En el municipio de Las Margaritas, Chiapas, zona emblemática del EZLN, se dieron cita gobernadores y el gabinete en pleno para dar el banderazo de salida al programa insignia del sexenio. Ahí, el jefe del Ejecutivo, en un acto de honestidad ante su anfitrión, Manuel Velasco, reconoció que a pesar de la enorme riqueza natural y cultural de la entidad, el hambre y la pobreza persisten en amplios sectores de su población y, en especial, en sus comunidades indígenas. Como ejemplo señaló: “Es injusto y contrastante que aquí se genere el 50 por ciento de la energía hidroeléctrica del país, pero, al mismo tiempo, el 78 por ciento, tres de cuatro habitantes de su población, viven en pobreza”. Y ofreció un dato más revelador: “un millón 460 mil personas experimentan carencia alimentaria, eso significa que no tienen un acceso constante a los alimentos necesarios para su sano desarrollo”.
La secretaria de Desarrollo Social, Rosario Robles, confirmó que en una primera etapa se atenderán a 7.4 millones de mexicanos en 400 municipios del país. A diferencia de otros esquemas similares, éste no será asistencialista, dijo el jefe del Ejecutivo, pues se buscará la suma de voluntades. Ojalá que sea de esta manera, pues el paternalismo ejercido en otras épocas nos ha pasado facturas muy altas en lo económico y social.
El estirar la mano se convirtió en deporte nacional y provocó un serio rezago en las finanzas, pues no hay dinero que alcance; además, colocó a estos ciudadanos como carne de cañón del político en turno. Hoy se plantea una estrategia integral incluyente a favor de los más pobres entre los pobres, sustentada en cinco objetivos: Cero hambre a partir de una alimentación adecuada; eliminación de la desnutrición infantil aguda; aumento de la producción de alimentos; reducción de las pérdidas post-cosecha y de alimentos, e impulso a la participación comunitaria y la movilización popular.
La miseria extrema en que viven 13 millones de mexicanos resulta lacerante. Lo mismo se encuentra en el campo que en las ciudades. Impacta directamente en el tejido social y se convierte, como señala Rosario Robles, en “factor de exclusión, generadora de violencias, enconos y resentimientos que es indispensable atajar”. Desde esta perspectiva cobra importancia la creación del Consejo Nacional de la Cruzada contra el Hambre para la construcción de acuerdos entre los sectores público, privado y social, en el que participarán líderes de opinión, sociales y religiosos, así como académicos, intelectuales, representantes de la sociedad civil y del sector empresarial.
Un área neurálgica para que la cruzada funciones serán los municipios y delegaciones. No hay que perder de vista que en este nivel de gobierno se incurren en prácticas plagadas de vicios y corrupción, del toma y daca o el de dando y dando. Se lucra con la necesidad de la gente y los proyectos se vuelven clientelares. Al final o al principio de cada trienio vemos más municipios suburbanos, no por el progreso, sino por las camionetas Suburban en la que se trasladan los alcaldes, sus esposas y algunos integrantes de su séquito.
Por ello, la colaboración de los gobernadores será vital para el éxito del programa y fueron convocados a Chiapas. El único ausente fue el de Guerrero, Ángel Heladio Aguirre, que ahora le falló “al amigo”, el presidente Peña, entidad donde por cierto se encuentran zonas de gran pobreza como Metlatonoc en la zona de la montaña. La presencia que sorprendió en el evento fue la del mandatario electo por Jalisco, Aristóteles Sandoval. El góber-piadoso Emilio González brilló por su ausencia.
César Duarte, de Chihuahua, presidente de la Conago, agarró al toro por los cuernos, pues no estaba contemplado entre los oradores y apoyó la postura de “replantear las políticas sociales que han llevado sólo a un asistencialismo efímero y vacío, sin un futuro a quienes son hoy beneficiarios y que no garantizan, de ninguna manera, la transformación y su incorporación productiva”. Sabe de lo que habla, le tocó sortear la sequía que afectó a los tarahumaras al inicio de su gestión, por ello precisó: “No hay escenario social más indignante que las enfermedades, la miseria y la vida sin esperanza de la niñez. No hay realidad más cruel que la fatalidad en la muerte por causas de exclusión pública o de indiferencia social”.
Duarte advirtió, a nombre sus homólogos que no se van a conformar con la buena gestión de la macroeconomía mientras en México existan 13 millones de millones de personas que carecen de todo y 30 millones de ciudadanos que apenas tienen lo necesario para alcanzar una vida digna. En efecto, los extremos a nadie sirven, ya lo señalábamos hace una semana, cuando hacíamos referencias a esos polos de extrema pobreza y de gran riqueza. Hoy debemos trabajar para aprovechar el potencial, económico, social y natural de México. Apostarle a la educación, a la investigación, a la tecnología. Confiar en nuestros emprendedores e impulsar a la micro, pequeña y mediana empresa, como generadores de empleo y riqueza en el mediano y largo plazo.
Vericuentos
Cónclave EPN – senadores
Previamente al arranque oficial de sus viajes internacionales como presidente de México, Enrique Peña se reunirá con los senadores del PRI encabezados por Emilio Gamboa. Seguramente armarán la agenda de la plenaria que los legisladores tienen prevista para el fin de semana en Nayarit. Acuden al encuentro también el líder tricolor, César Camacho, el titular de Segob, Miguel Osorio, y el secretario de Comunicaciones, Gerardo Ruiz. Los temas sobre la mesa serán las reformas en telecomunicaciones y energética que enviarán al Congreso en febrero próximo.
¿Asesoría o charla?
Muy platicadores estuvieron en Las Margaritas el jefe de Gobierno del DF, Miguel Ángel Mancera, y el subsecretario Manuel Mondragón; desde que llegaron al lugar no se separaron e iniciado el evento se hablaban al oído. La amistad es añeja, la duda viene sobre lo que conversaron durante más de 3 horas. ¿Será que el doctor Mancera estuviera consultando al galeno, experto en seguridad, sobre la violencia que se registra en la ciudad?