El pasado fin de semana, en seguimiento del ejemplo europeo y neoyorkino de subirse al metro y quitarse los pantalones, cientos de jóvenes mexicanos, en la mejor expresión de aquello llamado por Jorge Portilla, la expresión interminable del relajo.
El relajo es la vida sin fondo, sin base, sin sustancia; es la algarabía sin motivo ni cauce ni causa.
Es el sí por el sí. Es también la nada.
Ante esta muestra (altamente inocua) de transgresión imitativa) no queda sino releer algunas consideraciones críticas sobre esta fenomenología del relajo, cuya vejez nos parece imposible cuando vemos las acciones de la sociedad y los políticos.
Dice “Lo que en México lleva el nombre de relajo no es, obviamente una cosa sino una comportamiento. Más que un sustantivo puede decirse que es un verbo pues la expresión designa el sentido unitario de una conducta compleja, de un acto o de un conjunto de actos llevado a cabo por un sujeto (individual o colectivizado, digo yo), a los que él mismo confiere un sentido no explícito pero preciso.
“Digo “sentido de una conducta y no simplemente “una conducta” porque el comportamiento si se le considera como mero conjunto de actos, abstrayéndolo de su sentido, justamente “carece de sentido”. Una serie de actos tales como gesticulaciones, actitudes corporales, palabras, risas o sonidos inarticulados, no significan nada si se les abstrae de su significación, pero no hay ningún acto humano que sea totalmente insignificante.»
En esas condiciones la conducta de algunos cientos fe jóvenes cuya mejor forma de “echar relajo” es quitarse (ellos y ellas) los pantalones, no tiene importancia, pero tiene significado.
Implica la capacidad de manipulación de quienes convocan a semejante actitud, la cual en sí misma no vale ni como transgresión jocosa. Es la nada envuelta en aire.
Mario Vargas Llosa la podría inscribir en su cultura del espectáculo, y Gilles Lipovetsky la ubicaría como parte de la era del vacío, en la cual hasta las vanguardias han dejado de ser provocadoras pues no son tales sino ocurrencias sin sustento.
Los promotores de esta moda efímera de mostrar las piernas y los calzones fueron dos neoytorkinos de enorme ociosidad. Tanta como para convocar a otros hedonistas perezosos (la frase es de Lipovetsky) quienes se gozan en la nadería precursora de audacias mayores como el nudismo ciclista o –para darle mérito a la sub cultura mexicana, los encuerados de los 400 pueblos cuyas pieles de bronce causaron tanto escándalo en tiempos recientes en la ciudad de México.
Pero la banalización de la vida cotidiana, quiazá por su ausencia de contenido y el dominio de la fugacidad cibernética, hace de estos fenómenos “relajientos”, para usar una palabra mexicana, actitudes dispersas por todo el mundo. La globalización sí es el achatamiento y uniformidad de las personalidades. Todos van por la misma vía cuando la orden tuitera los convoca a ser libres.
La libertad contemporánea consiste en circular en sentido contrario cuando otro da la orden, como ocurrió en el Zócalo con las fotografías de nudismo masivo de Spencer Tunick hace algunos años. Las voluntarias se mostraban felices en su desnudez cuando el “performance” se los ordenaba, pero se indignaron cuando fuera del guión les fotografiaron las expuestas intimidades.
Leo en un portal argentino de Rosario:
“Cientos de personas en varias capitales de mundo se sumaron al «Día mundial sin pantalones», iniciativa que se inició hace una década en el metro de Nueva York.
“El acontecimiento, organizado y convocado a través de internet por el movimiento internacional Improv Everywhere tuvo lugar el pasado domingo y fue un éxito según los organizadores.
“Desde hace años los flashmob (una forma recargada del “striker” y su carrera exhibicionista en un estadio lleno) son una manera de generar una actuación masiva de gente común invitándolos a hacer algo diferente.
“En esta ocasión el objetivo fue quitarse los pantalones en el Metro. La convocatoria fue todo un éxito y con más de 40 ciudades participantes de 20 países.
“Los particulares viajeros accedieron al suburbano y se sacaron de los pantalones, siendo un requisito imprescindible llevar ropa interior adecuada, ya que el objetivo (excepto en N.Y. donde se hace con exhibición genital) es llamar la atención, pero no provocar ni ofender al resto de los usuarios del transporte público.
“México, Estados Unidos, Canadá y España fueron algunos de los países participantes”.
PACTO
La coordinación de trabajos en este año entre el Poder Ejecutivo y Poder Legislativo, para hacer realidad las 95 propuestas que contiene el Pacto por México: ¿Cuáles iniciativas entrarían en el periodo ordinario?, ¿cómo se presentarían? y los principales puntos que contendrían.
Además, la agenda del resto de las propuestas que se realizarían a lo largo de todo el año.
Se incluyen, aclararon, los temas energético, hacendario, de telecomunicaciones y para apoyar al sector primario alimentario, entre otros.
Y además, en la junta de este martes -a realizarse en la Sala de Reuniones de la Mesa Directiva del propio Senado-, también se abordaría el asunto de la Seguridad Nacional, así como las implicaciones que tendrá la nueva Ley General de la Administración Pública Federal.
La idea del gobierno federal para hacer realidad un Centro Nacional de Inteligencia así como el tema de la gendarmería.