No hay argumento posible para explicar favorablemente el atropello en agravio de la libertad de expresión cometido con el enorme, inmenso cerco de seguridad dispuesto en cinco anillos concéntricos para evitar disturbios el día de la toma de protesta del presidente Enrique Peña.

Por esa majadería republicana ya no será posible ejercer los sacrosantos derechos de la democracia mexicana como, por ejemplo, entrar a caballo a la Cámara de Diputados, tal lo hiciera en su momento el glorioso movimiento campesino mexicano azuzado por la izquierda.

Lo dicho, el cerco militar y policiaco, frente al cual se han alzado las dignas voces de algunos diputados mexicanos cuya identidad veremos más adelante, es un agravio no solo a la libertad de expresión de los humanos, sino también de los equinos.

Hace una década, cuando la libertad campeaba en nuestra patria, CRÓNICA publicó este relato del reportero Moisés Sánchez Limón. Cómo quisiéramos ver de nuevo esas expresiones de libertad y no los podridos frutos del autoritarismo:

“Ayer, por más de seis horas el Palacio Legislativo de San Lázaro cayó en manos de campesinos y maestros disidentes. Se cumplió la previsión recogida por el Cisen la semana anterior, aunque quizás fue desoída o no comunicada a la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, cuya presidenta, Beatriz Elena Paredes Rangel, acusó: «Esta fue una provocación».

“Y, en el zipizape verbal, que siguió al material, quedó el PRD en calidad de responsable. Pero, cuando llegaba la calma, por ahí de las nueve de la noche Martí Batres Guadarrama, coordinador de la diputación federal perredista atajó:

«El grupo parlamentario del PRD es absolutamente ajeno a los hechos por los cuales se atacó al recinto legislativo y que llevaron a la suspensión momentánea de la sesión en la Cámara de Diputados». Y, como presidente de la Junta de Coordinación Política se deslindó: «De acuerdo con el artículo 22 de la Ley Orgánica del Congreso de la Unión, corresponde a la presidencia de la Mesa Directiva de la propia Cámara de Diputados la responsabilidad del resguardo del recinto parlamentario».

“Y, si Beatriz Paredes Rangel fue acusada de no solicitar a tiempo la intervención de la fuerza pública para frenar esta embestida que llevaba el olor de la provocación, como acusaría más tarde, aunque dijo no tener identificados a quienes la maquinaron, el PAN acarreó agua a su molino y Felipe Calderón Hinojosa advirtió que dará nombres de los provocadores.

“Caía la media tarde y, al trote de caballo, bandera nacional en ristre, puños cerrados y gargantas que gritaban desprecio al gobierno por su política anti agropecuaria y empobrecedora, la Cámara Baja era tomada por enardecidas huestes campesinas de diversas siglas que, en impensado cronómetro violento, abrieron paso a los maestros de la CNTE que derribaron un portón de acceso al salón de plenos.

“Por ahí de las cinco de la tarde con 25 minutos, una veintena de maestros disidentes buscaron tomar la tribuna y fueron repelidos con polvo anti fuego. El salón de plenos se llenó de una nube del químico. Legisladores panistas formaron barricada frente a la puerta nororiente de acceso al salón de plenos y le mentaron la madre a los perredistas y gritaron «¡coyones!» a los priistas que se atrincheraron en torno de Beatriz Elena Paredes Rangel, Y las miradas acusadoras de estos legisladores que debieron suspender la sesión ordinaria, se dirigieron a la bancada perredista y encontraron en ellos y en su coordinador, Martí Batres Guadarrama, a los responsables de la toma de San Lázaro.

“Alvaro López Ríos, dirigente de la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas (UNTA) y ex diputado federal del PRD, alzó la voz: «¡Comenzó la insurrección!».

Y ya ni que decir de la violada libertad de tránsito, garantía por la cual han dado su vida todos los mártires de la democracia aquí y allá. Como se sabe la mayor garantía del libre tránsito la tuvimos en el Paseo de la Reforma, El Zócalo y Madero en 2006.

Como todos recordamos (WP) “durante tres meses López Obrador y sus seguidores instalaron un «campamento permanente», impidiendo el tránsito vehicular en su totalidad por Reforma, una de las principales avenidas de la Capital, esto con la intención de presionar a las autoridades a llevar a cabo un recuento de los votos (2006)”.

YB también, como todos sabemos, los únicos con derecho pleno de irrumpir en los edificios públicos, atascar las calles, cerrar las avenidas, son los mártires de la izquierda. Los demás, el gobierno principalmente, no tiene ni motivo ni obligación de gobernar. Nada más ellos.

Lo dicho, el cerco es un atropello.

ARTURO

Sería imperdonable que un nuevo auge petrolero nos tomara por sorpresa y se desaprovechara la gran oportunidad de utilizarlo para impulsar el progreso de Tabasco, piensa el gobernador electo, de Tabasco, Arturo Núñez Jiménez, y así se los hace saber a los empresarios de su estado durante el evento en que la directiva de Coparmex Tabasco le entregó la Agenda para Impulsar el Sector Petrolero en Tabasco.

Todo eso ante el anuncio de la Presidencia de la República del nuevo yacimiento “Navegante I” –con reservas probadas de hasta 500 millones de barriles de crudo–, descubierto recientemente en Nacajuca.

Núñez dice: el manto nuevo –con una extensión de alrededor de 87 kilómetros cuadrados—“nos pone ante la gran oportunidad de apuntalar la economía estatal”. Así sea.

Author: Rafael Cardona

Rafael Cardona

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