No hace falta demasiada capacidad de observación para darse cuenta de cómo los políticos hacen cualquier cosa cuan do quieren conseguir el poder. Lo mismo se visten de bombero, de torero o se dejan colgar flores y en el pescuezo y coronas de flores en las sienes o se fotografían sin repugnancia junto a un leproso.
Coleccionan (no importa si se trata de un alcalde pueblerino o del Sumo Pontífice de la Iglesia de Roma), atuendos diversos y guardan imágenes cuyo ridículo intrínseco se hace de lado en pos de la conveniencia instantáneas del auditorio en turno. ¿Quién podría olvidar al Santo Padre –este o el anterior–con un sombrero de charro encima?
Pero cualquier cosa es válida cuando se persigue el poder. Por eso no se entiende cómo se repiten esas actitudes cuando se deja el mando.
Una de dos, por una resistencia inconsciente ante la realidad, lo cual genera obviamente neurosis, o por una simulación del desapego inexistente a un trono fugitivo.
Quién sabe cual de esas dos cosas le pasa al presidente Felipe Calderón quien en plena etapa de la tersa transición, de la cual él es responsable directo y por cuyo buen desarrollo se le debe reconocer, se esfuerza en prolongar su mimetismo y en exhibir una falsa imagen de triunfador satisfecho, cuando los electores los echaron a palos a la calle a él y a su partido por consecuencia.
La política del disfraz por la cual los candidatos se ponen camisetas de equipos de futbol según la ocasión o se exhiben con indumentarias de huicholes o tojolabales; sombreros de chinaco zacatecano, según el caso, quiso simbólicamente ser la definición del talante presidencial desde el arranque de la administración. No podemos olvidar a los hijos de Don Felipe y a él mismo, disfrazados de soldaditos en el arranque del sangriento sexenio.
Pero tampoco podeos olvidar cómo quien iba rebasar a López por la izquierda, terminó jugando a los “go-karts” en La Marquesa, como lo hacía Ayrton Senna a los ocho años y elogiando la vocación quesadilla de los micro empresarios del micro país, cuyas oscilaciones industriales van de las dobladas de flor de calabaza o al ensamble de autos japoneses, alemanes o italianos.
“Yo estoy muy contento con este programa, en donde estamos apoyando, aquí en la zona, nada más, en estos casi 500 microempresarios, sobre todo tiendas de alimentos, quesadillas, que son las mundialmente famosas quesadillas de La Marquesa, sino también renta de caballos, renta de motocicletas, “gotcha”, cuatrimotos, tirolesa; artesanía y hospedaje, en seis diferentes puntos de concentración de la zona. Me alegra mucho eso.
“Y la verdad es que esto está dando un buen resultado. Aquí las ventas, por ejemplo, están pasando el fin de semana, más o menos de quince mil pesos que sacaban, a 27 mil pesos. Y yo creo que pronto van a llegar a duplicar las ventas que tenían. Ojalá.
“Viene un buen fin de semana, ahora el 1 y 2 de noviembre, ojalá que con este evento se difunda. De una vez hacemos el comercial, para que la gente venga a los “go-karts” de Portezuelo Grande, que está en el kilómetro 37.5 de la Carretera a Toluca, y se animen aquí, a manejar como los grandes, como el “Checo” Pérez, que desafortunadamente el día de hoy tuvo que abandonar en el circuito de India, pero está en un gran lugar en el campeonato. En fin”.
En fin, palabras simples en cuya brevedad se retrata el momento y el destino.
Por eso, quizá, en un insólito arranque de humildad, nos dijo el señor presiente muy desde el fondo de su corazón: no se termina el mundo (y con él la vida); simplemente se acaba este gobierno.
Pero para un gobierno o en agonía siempre hay tiempo de repartir las migajitas, lo poquito, de hacerle creer a alguien su importancia así sea durante apenas unos cuantos días. Este es el caso. Lea, por favor este importante boletín emitido, el primero de octubre, por la oficina de doña Alejandra Sota:
“La Presidencia de la República informa que la Coordinadora de Comunicación Social y Vocera del Gobierno Federal, Alejandra Sota Mirafuentes, designó a Fernando Carbonell Paredes como Jefe de la Unidad de Medios Nacionales y Relaciones Interinstitucionales en sustitución de Alejandro Caso Niebla.
“Fernando Carbonell Paredes, quien es licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Iberoamericana, se desempeñó anteriormente como Director General de Medios Impresos de la Secretaría de Gobernación, así como Director General de Comunicación Social de las Secretarías de Gobernación, de Comunicaciones y Transportes, y Medio Ambiente y Recursos Naturales.
“La Coordinadora de Comunicación Social de la Presidencia de la República y Vocera del Gobierno Federal, Alejandra Sota Mirafuentes, reconoce el esfuerzo y dedicación de Alejandro Caso Niebla y le desea el mayor de los éxitos en sus nuevas responsabilidades”.
Muy importante debe sentirse el señor Carbonell.